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CAPITULO XXXVIII
DON BOSCO PREDICE EN BUSCA EL PORVENIR DE UNA NIÑA
- PIDE AL VICARIO CAPITULAR QUE DISPENSE A SUS
CLERIGOS DE ASISTIR A LAS CLASES DE FILOSOFIA Y
TEOLOGIA EN EL SEMINARIO - RESPUESTA DESFAVORABLE
- EL VICARIO ACCEDE A SU NUEVA PETICION PARA
ESTABLECER EN EL ORATORIO UNA ESCUELA DE FILOSOFIA
PARA SUS CLERIGOS - GENEROSIDAD DE UN PRELADO
ROMANO CON LA IGLESIA - EL COLERA - DON BOSCO
ASEGURA QUE NO MORIRA DE CONTAGIO TODO EL QUE
CONTRIBUYA CON LIMOSNAS A LA CONSTRUCCION DE LA
NUEVA IGLESIA DE MARIA AUXILIADORA - LA VIRGEN
MANTIENE ESTA PROMESA - DON BOSCO SUGIERE A SUS
MUCHACHOS LOS MEDIOS PARA PRESERVARSE DE LA PESTE
- PRUDENTES PRECAUCIONES - BONDAD DE CORAZON CON
UN CLERIGO - REBELION EN PALERMO - SUPRESION DE
LAS ORDENES RELIGIOSAS EN SICILIA
DON Bosco, después de despedirse en Trofarello de
sus queridos discípulos, mantuvo la palabra dada
al profesor Carlos Bacchialoni, docente de
literatura griega en la Universidad de Turín, y
fue a pasar unos días en su quinta de Busca. No es
para decir cómo recibió a don Bosco este
distinguido literato, ferviente católico y
ejemplarísimo padre de familia, dado que el Siervo
de Dios llevaba consigo la alegría y la bendición
de Dios doquiera que fuese. Una prueba más de ello
diola en esta casa, como atestigua don Juan
Garino.
<((**It8.454**)) no sé
qué le pasaba a una hija de Bacchialoni, de dos
años de edad, que inquietaba a su madre.
>>Don Bosco, que estaba presente, puso su mano
sobre la cabeza de la niña y dijo:
>>-A esta niña la haremos monja; una monja
inflamada de celo y amor de Dios.
>>La niña se llamaba Adelaida. Pasaron los
años, entró en el convento
(**Es8.389**))
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