((**Es8.360**)
La novedad del acontecimiento nos
hace esperar
la afluencia de numerosos
espectadores muy doctos,
entre los que me satisfará contarte a ti.
Si asistes, y no me traiciona el
amor, también tú
darás con otros tu aprobación
a la costumbre, que adquirí hace ya
unos cuantos años, de adiestrar
a mis muchachos en este género de estudios.
Procura venir. Salud.
En casa, desde la mansión vulgarmente llamada:
Oratorio de San Francisco de Sales - Valdocco.
Turín, IX calendas de julio del año 1866
Don Bosco quiso asistir a la representación, no
solamente para dar gusto a los actores, sino
también para honrar a los numerosos invitados.
Estaba también con él el joven secretario que se
había escogido este año, el clérigo Joaquín Berto,
el cual se mostraba en los primeros días de su
importantísimo cargo algo tímido y preocupado por
miedo a no saber corresponder plenamente a la
confianza en él depositada por el Superior. Don
Bosco le tranquilizó. Lo cuenta el mismo Berto:
<>-Mira, tienes demasiado miedo a don Bosco; tú
crees que yo soy riguroso y muy exigente y por eso
parece que me tienes miedo. No te atreves a hablar
con libertad. ((**It8.420**)) Estás
siempre con la ansiedad de poderme complacer. Deja
ese miedo. Don Bosco te aprecia; por tanto él no
da importancia a las faltas pequeñas y, si las
hicieres gordas, te las perdonaría>>.
íBondad de padre!
Apenas se vio libre de las exigencias impuestas
por aquellos días de tanto jaleo, escribía a la
condesa Callori:
Benemérita Señora Condesa:
El día 22 de este mes partía yo de Mirabello
con intención de ir a Casale, pero al llegar a la
estación me encontré con que los trenes habían
sido suspendidos y, después de quince horas de
espera en Alessandria, llegaba finalmente a Turín.
Por este motivo, no pude ir a visitar a usted y su
familia, como deseaba, y hablarle de nuestros
asuntos.
Le diré que pasado mañana vence el plazo de mi
deuda con el señor Conde y debo pagar la deuda
para adquirir crédito. Estando usted en la casa
Colegno me dijo que por estos días pensaba hacer
una oferta para la iglesia o para el altar de san
José, pero no fijó precisamente la cantidad.
Tenga, por tanto, la bondad de decirme:
1.° Si su caridad acepta hacer ofertas para
nosotros en este momento y de cuánto.
(**Es8.360**))
<Anterior: 8. 359><Siguiente: 8. 361>