((**Es8.36**)
<>Yo, esperando confiadamente, me postro
humildemente a sus pies y le suplico me tenga
compasión y ruegue por mí a Dios Nuestro Señor y a
su bondadosa Madre María Santísima>>.
Nos quedan dos cartas de don Bosco. En la
primera pedía al canónigo Vogliotti, rector del
Seminario y provicario diocesano, ayuda económica
para sus clérigos.
Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Vicario:
El año pasado me asignó V.S. Ilma. y Rvma. la
cantidad de cuatrocientas liras, con cargo al
Seminario, en favor de los seminaristas pobres que
estudian y trabajan en esta casa. Este favor me es
mucho más necesario ahora, debido a los grandes
apuros por los que atraviesa esta casa con la
deuda de dos años de intereses por las
cuatrocientas liras que adeudo a dicho Seminario.
Verdad es que al concederme este subsidio se me
dijo que era extraordinario y por una sola vez; no
obstante yo hago mi humilde súplica ((**It8.27**)) en el
mismo sentido, es decir en este caso excepcional.
Suplico, por tanto, a V.S. Ilma. y Rvma. haga esta
obra de caridad a estos nuestros pobres jóvenes; y
especialmente a los clérigos que van a clase al
Seminario, prestan su asistencia en esta casa y
enseñan el catecismo en los oratorios a los niños
de esta ciudad.
Persuadido de que esta petición será tenida
benignamente en consideración, le auguro todo bien
del cielo a usted y a toda la Administración del
Seminario, mientras tengo el alto honor de
profesarme con todo mi aprecio y gratitud, de V.S.
Ilma. y Rvma.
Turín, 8 de febrero de 1865.
Seguro Servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
Con otra carta respondía a la recomendación
que, en nombre del Ministro de Agricultura,
Industria y Comercio, le dirigía el secretario
general, con fecha 10 de febrero:
Muy Honorable Señor:
Vista la especial y viva recomendación de V. S.
Ilma. en favor del joven José Ferreri, y
considerando la extrema necesidad del mismo, he
determinado admitirle excepcionalmente en esta
casa, y sin que deba esperar nada aguardando su
turno. Puede, por tanto, participar a dicho joven
que venga cuando quiera y tendrá su sitio
preparado.
Considerando, por otra parte, las necesidades
excepcionales por las que actualmente pasa esta
casa, me encomiendo a su bondad para algún
subsidio en favor de la misma. Digo esto en plan
de ruego y no como condición sine qua non.(**Es8.36**))
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