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((**Es8.333**) Usted sabe los grandes gastos que don Bosco lleva sobre sus hombros. Los setecientos y pico muchachos que tiene que mantener, no son una bagatela, porque si algunos pagan, son muchísimos los que no pagan nada. Entre éstos hay muchos que pertenecen a la diócesis de Ivrea, varios de los cuales son seminaristas mandados o recomendados por el mismo señor Obispo. No digo esto para estimular a Monseñor a que cambie la dirección de las obras de caridad que ejercita en su diócesis, sino para moverle a continuar su beneficencia en esta obra, allanando este último obstáculo. Disculpe la libertad con que me he expresado, pero me he creído en la obligación de exponerle todo mi pensamiento. Ruégole etc... Tres meses más tarde, el 22 de febrero de 1867, el abogado Deamicis entregaba a don Bosco la siguiente propuesta: El teólogo Valinotti propone, por medio del que suscribe, que se termine la desavenencia últimamente surgida por la cuestión de la indemnización de gastos del pleito al señor Paravía y el pago vencido de los intereses de la suma de cuatro mil doscientas sesenta y cinco liras, que se deben al señor Paravía, por la impresión de las Lecturas Católicas, en los siguientes términos de transacción, entre el mismo teólogo Valinotti y don Bosco. El teólogo Valinotti asume la obligación de pagar al señor Paravía su demanda de indemnización de los gastos del pleito de los intereses que le puedan corresponder por dicha suma, como resultarán ser debidos a Paravía, desde la fecha de su demanda judicial hasta el día en que don Bosco encargó al abogado Deamicis, por carta del caballero Oreglia di San Stefano, que extendiera la escritura de transacción del pleito, ya fuera con el teólogo Valinotti, ya fuera con el señor Obispo de Ivrea, a saber el 16 de septiembre de 1866. Por otra parte, el sacerdote don Juan Bosco quedará obligado a pagar, además de las cuatro mil doscientas sesenta y cinco liras debidas a Paravía, los correspondientes intereses desde la fecha de la antedicha carta y también los gastos del pleito que Paravía estuviese en derecho de reiterar desde aquella época en adelante. Naturalmente se pide que se hagan prontamente las oportunas diligencias ((**It8.387**)) con el fin de que se suspenda cualquier acto del pleito pendiente con el señor Paravía. Esto es todo cuanto he sido encargado de proponer a don Bosco de parte del teólogo Valinotti y que espero será aceptado. El conde Cays respondió al Teólogo: En mi casa, 25 de febrero, 1867. Reverendo Señor: He ido hoy a verle para comunicarle que, después de su propuesta de encargarse de la parte de intereses y gastos del pleito, anteriores a la carta del secretario de don Bosco al abogado Deamicis, fechada el 16 de septiembre de 1866, dejando la parte posterior a dicha fecha a cargo de don Bosco, parece que el asunto ha tomado buen sesgo. Puedo asegurarle que, por parte de don Bosco, no habrá ninguna dificultad para aceptar dicha proposición; es más, me es grato comunicarle que también Paravía acepta cobrar los intereses solamente a partir del día de su demanda judicial. (**Es8.333**))
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