((**Es8.327**)
Monseñor Moreno respondió con dos cartas, una
del 28 y otra del 31 de mayo, en las que pedía le
enviaran los documentos y las cartas relativas a
la contabilidad, demostrando que no ((**It8.379**))
aprobaba el resultado del informe de débitos y
créditos porque le ocasionaba pérdidas demasiado
graves, de no renunciar al derecho de propiedad de
las Lecturas Católicas.
El conde Cays remitió a Monseñor los libros de
cuentas y las cartas, por mano del maestro de
ceremonias el reverendo Sarraglia, y le escribió
el 1.° de junio. Después de exponerle la equidad
del resultado, tras el propio examen de cuentas
presentadas, añadía:
<<... Invitado a emitir mi decisión arbitral en
la cuestión, especialmente para determinar el pago
a hacer al tipógrafo Paravía, acepté el encargo
con la íntima persuasión de que esta cuestión
debía resolverse amigablemente y no a punta de
derecho. Esto es muy difícil de fijarse y no sé,
si después de dos o tres años de pleito, se
llegaría a un final y si aún entonces no había de
llegarse a la transacción, que he creído deber mío
proponer desde un principio.
<>cómo tener certeza del resultado del
cálculo, si falta la época exacta de la venta de
los títulos de la renta y todavía no se conoce ni
siquiera el importe preciso del producto de dicha
venta? Por otra parte, además, entre los diversos
cálculos que se pueden establecer hay algunos que
llegan a un resultado opuesto. En medio de todas
estas dudas, he creído mejor abstenerme de un
arbitraje absoluto; he pensado exponer estas dudas
a V. E. Rvma., y dejarle la apreciación de mi
propuesta: tanto más cuanto que de este modo, el
érito del abandono del saldo, o de parte del resto
de su crédito, hubiera sido todo efecto de vuestra
generosidad.
<((**It8.380**))
<>.
Monseñor se mantuvo firme en sus propósitos, y
el 2 de junio pedía por carta al Conde que
examinara la contabilidad de don Bosco
(**Es8.327**))
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