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Máximo -Tenemos con nosotros tantos respetables
personajes; entre otros nuestro señor Alcalde, los
beneméritos señores de la Comisión de la Tómbola,
los señores promotores y promotoras de la misma.
>>No te parece oportuno decirme, en pocas
palabras, para qué sirven los Oratorios?
Ernesto -Esta pregunta puede respondértela el
amigo Tancredo, que es más antiguo en el Oratorio
y esrá mejor informado.
Tancredo -Con gusto trataré de complacer
vuestro deseo y el mío. Para no repetir todo lo
dicho en la fausta ocasión de la bendición de la
piedra angular de la iglesia, regalad, amigos
míos, al señor Alcalde un ejemplar del Recuerdo de
lo que se hizo aquel día y, además de dicho
ejemplar, pedidle se digne aceptar un plano de la
nueva edificación. Ahora solamente en pocas
palabras diré que los Oratorios festivos son
locales destinados a entretener a los muchachos
con alegres y honestos entretenimientos en los
días festivos, después de haber cumplido sus
deberes religiosos. Tales son el del Santo Angel
de la Guarda en Vanchiglia, el de San Luis en
Puerta Nueva, el de San José en San Salvario, el
de San Francisco de Sales aquí donde nos
encontramos. Esta casa tiene, además, por objeto
albergar a aquellos muchachos a quienes la muerte
de sus padres o cualquier otra desgracia pone en
peligro de acabar mal, si no encuentran una casa
donde, gratuita o casi gratuitamente, puedan ser
admitidos. Algunos de nosotros somos aprendices,
otros, teniendo por naturaleza especiales
aptitudes para las ciencias, se dedican a los
estudios. Tiempos atrás era suficiente la actual
iglesia, pero ahora ya no; es menester construir
otra más espaciosa que satisfaga las necesidades
de esta casa, de los que vienen de varios puntos
de la ciudad y también de los que deseen
aprovecharse de ella. Ya que, como muy bien ha
dicho Ernesto, el barrio de Valdocco está muy
poblado y no hay aquí ninguna iglesia pública para
cumplir con los deberes religiosos.
Máximo -Ya que, según parece, estás tan bien
informado de las cosas del ((**It8.325**))
Oratorio y, al mismo tiempo, entiendes de dibujo,
dime algo acerca de la nueva iglesia. >>Hace ya
tiempo que se empezó?
Tancredo -Se pusieron los cimientos el año
1864, pero la piedra fundamental fue solemnemente
bendecida el año pasado, el 27 de abril; es decir,
que prontó hará once meses que se empezaron
regularmente las obras.
Máximo ->>En qué punto se hallan ahora?
Tancredo -El edificio se encuentra muy
adelantado. Los muros han llegado a su altura
normal, se ha acabado la cubierta, los grandes
arcos de las bóvedas están terminados; los
andamios, los pilares para las bóvedas están en su
puesto; la cúpula, la majestuosa cúpula está
empezada y esperamos que se eleve suntuosamente. A
propósito de la cúpula, me han dicho que sobre la
misma se colocará una estupenda estatua de María
Auxiliadora, en actitud de bendecir a los
turineses y a todos sus devotos que toman parte en
la construcción de este sagrado edificio.
Máximo -Si esta iglesia va a servir para tanta
gente, deberá ser muy espaciosa, >>no es verdad?
Tancredo -Cierto; tiene una superficie de casi
mil doscientos metros cuadrados, lo que supone una
capacidad para cuatro o cinco mil personas.
Máximo -Te aseguro que gozo pensando que se
construye en Turín un templo de este tamaño a la
augusta Reina del Cielo. Pero, >>de dónde sale el
dinero para los gastos que se hacen?
Tancredo -Esa misma pregunta me he hecho yo
muchas veces. Del pasado, no sé nada; mas para el
futuro, toda nuestra esperanza está puesta en el
producto de la tómbola, esto es (indíquese con las
manos), en la bondad de esos señores que para
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