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para hacerse buenos. Otros, teniendo en una mano
perdiz y en la otra codorniz, comían perdiz
lanzando miradas codiciosas a la codorniz: tales
son los que siguen la virtud con desgana, como por
fuerza. De éstos se puede asegurar que, si no
cambian de proceder, una vez u otra caerán. Otros
comían perdiz mientras veían a la codorniz saltar
delante de ellos sin darle importancia y hacer
caso: son los que siguen la senda de la virtud y
aborrecen el vicio, considerándolo con desprecio.
Otros comían un poco de codorniz y un poco de
perdiz, y son los que alternan entre el vicio y la
virtud y así se engañan con la esperanza de no ser
tan malos.
Vosotros me diréis: >>quién de nosotros comió
codorniz y quién perdiz? A muchos ya se lo he
dicho; los demás, si quieren saberlo, vengan a
verme y se lo diré.
Así daba en privado a cada uno serios y
saludables consejos, o bien una agradable noticia,
según se lo sugería el sueño. Un día en que se
hallaba rodeado de unos cuantos muchachos, que le
preguntaban si había conocido su porvenir, dijo:
-De los que están aquí, uno llegará a ser un
gran sabio, otro un gran santo y un tercero, un
sabio santo.
>>Qué diremos nosotros del sueño anteriormente
referido?
Don Bosco, según su costumbre, no refirió todas
sus circunstancias; no dio todas las
explicaciones, limitándose a lo relacionado con la
conducta de sus muchachos y alguna previsión sobre
el porvenir. Y, con todo, estudiando sus palabras,
si no nos equivocamos, vemos que en ellas resaltan
tres ideas: el Oratorio, la Pía Sociedad y las
Ordenes religiosas.
Vamos a exponer algunos de nuestros
pensamientos, remitiéndonos al juicio de otros más
expertos:
1.° La viña es el Oratorio. Don Bosco, en
efecto, distribuye como dueño toda suerte de
frutas a los jóvenes. Se trata de una de aquellas
viñas espirituales predichas por Isaías en el
capítulo LXV: <>. La
escena sucede evidentemente en plena vendimia.
2.° El viaje de don Bosco. El consejo del dueño
de la viña, a saber, que los más robustos, o sea
los Salesianos, llevasen sobre sus hombros a los
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más pequeños, >>no podría indicar la necesidad de
que el aprendizaje espiritual de los congregados
no estuviese del todo separado de la vida activa?
El camino impracticable, >>no podría
representar acaso el camino ancho de las grandes
Ordenes religiosas, tan amadas y estimadas por don
Bosco, reducidas entonces a un estado de menor
esplendor por falta de observancia religiosa, por
odio de las sectas, por las leyes de
supresión?(**Es8.28**))
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