Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es8.261**) -Necesitaría un elixir de diez marengos 1 diarios, esto pondría pronto a tono mi estómago y mi cabeza. Nos miramos nosotros riendo a la vez y,como no podemos proporcionarle ese elixir, pensé presentar la receta a V. S. para que vea si es posible proveerle del mismo. Por lo demás, ruégole acepte los respetuosos saludos de don Bosco, de don Juan Cagliero y de muchos más que experimentaron de cerca la bondad ((**It8.300**)) de la señora Condesa, así como del que escribe, que con ellos le augura una buena cuaresma y se goza en profesarse con todo reconocimiento. De V. S. Ilma. Turín, 11 febrero de 1866 Su seguro servidor MIGUEL RUA, Pbro. En el mes de febrero de este mismo año 1866 fue don Bosco a Milán; y tenemos algunos datos de lo que allí hizo. Con fecha 20 de febrero le escribía la señora Amalia Gnecchi Decio: Con el mayor respeto y veneración me atrevo a dirigirle estas líneas para agradecerle la bondad que tuvo al venir a visitarnos y obsequiarnos con tantos primorosos objetos que por todo concepto nos son tan queridos. El sábado por la tarde terminamos la novena a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora, que usted nos había recomendado, y ya el día anterior había yo recuperado perfectamente mi salud, como también mi Carlos había experimentado notable mejoría en sus viejos achaques, por lo que no podemos por menos que sentir en nuestro corazón viva gratitud al buen Dios y a María Santísima por la insigne gracia que nos ha concedido, y agradecer así mismo a V. S. el interés que se ha tomado por nosotros, y ya que usted puede tanto ante los corazones de Jesús y de María, corone su obra rogando por nuestras necesidades espirituales... Mi Carlos le agradece de corazón el regalo que le hizo del libro Historia de Italia, que conservará como recuerdo de usted. Hemos recibido el paquete de boletos para la tómbola... y, al remitirle su importe, añadimos otras cuatrocientas liras para María Auxiliadora. Adjunto también cuarenta liras de parte de mi padre, cinco de parte de mi hermana y diez de mi cuñada, que se encomiendan a sus oraciones... Así, pues, los pasos de don Bosco quedaban señalados con las bendiciones de María Auxiliadora, y la fama de santidad del Siervo de Dios iba creciendo. La señora Luisa Barbó, escribía desde Milán, con fecha 26 de mayo de 1866, recomendando a don Bosco una de sus hijas, ciega de un ojo hacía dos meses, porque, al volcar el carruaje en que viajaba, unos pedazos de cristal le habían lesionado la pupila, y añadía: <(**Es8.261**))
<Anterior: 8. 260><Siguiente: 8. 262>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com