((**Es8.233**)
Hay muchas cartas, escritas desde Florencia
después de la partida del Venerable, que nos
hablan de su actividad y de su celo, y nos
manifiestan la dolorosa separación que
experimentaron los florentinos a su partida, su
deseo de tenerlo, la confianza en sus oraciones, y
su interés por distribuir boletos de la tómbola.
Narramos algunos trozos, sobre todo porque se
refieren a varias visitas de las que no tenemos
más recuerdo.
El 21 de diciembre escribía a don Bosco el
caballero Carlos Cerboni:
<>.
El 28 de diciembre, se lamentaba la noble
señora Luisa Nerli Libri al caballero Oreglia:
<<...Aunque resignada, siento inmensamente la
pérdida del ángel de mi querida Mariana... íNo he
visto a don Bosco! Era víctima de mi pena y no
podía salir. Don Bosco se movió, estuvo en muchos
centros públicos y casas privadas, adonde le
llevaron; nadie pensó en mí y así por desgracia no
le vi... íTal vez no merecía este consuelo y, como
de costumbre repetiré: íresignación, resignación!
Preséntele mis saludos, bésele la mano por mí y
pídale su bendición para mi familia; que Dios nos
bendiga siempre y nos guíe por el camino de la
virtud. Temo que con el apellido Nerli haya habido
muchos equívocos; Enriqueta Nerli ha gozado mucho
del amparo de don Bosco; mamá ((**It8.266**)) y yo no
le hemos visto nunca... Muchas felicidades para el
nuevo año de todo corazón. Ruegue, ruegue mucho a
Dios por mí, que con tranquilidad me dedicaré a su
tómbola...>>.
La condesa Virginia de Cambray Digny respondía
el día 5 de enero de 1866 al caballero Oreglia:
<>Me confunde ver que usted me agradezca en
nombre de don
(**Es8.233**))
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