Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es8.226**) Hablamos mucho de usted y de su obra y envidio a esa ciudad que posee un centro tan conveniente y caritativo, como el que usted ha fundado y dirige, que es constante y abundante manantial de bienes para la sociedad y para la Iglesia. Me alegra mucho saber que dentro de poco vendrá usted a Florencia. Recuerde entonces que en este Arzobispado tiene siempre una residencia y una cama a su disposición. Espero no rechace la hospitalidad que de corazón el ofrezco. Con esta esperanza firmo con todo respeto y estima Florencia, el día de san Pedro, 1865 >> JOAQUIN Arzobispo de Florencia Insistía más que nadie para que don Bosco hiciese esa visita, don Julio Metti, del Oratorio de San Felipe Neri, preclaro en virtud, autor de muchas obras apreciadas, y sacerdote infatigable en el ejercicio del sagrado ministerio: Muy Rvdo. don Bosco: Hace ya más de un mes que el caballero Gautier vino a verme y saludarme en su nombre, anunciándome que usted vendría a Florencia cuanto antes. Comuniqué la noticia a la marquesa Villarios; se la di a conocer a varios sacerdotes, animados a hacer algún bien, y todos se alegraron con tal noticia; con frecuencia me preguntan si ya ha llegado don Bosco o cuándo llegará. Una buena viuda me ha pedido colocar en una casa de educación a dos de sus hijos y yo le propuse la casa de don Bosco en Turín, o bien la que abrirá en Florencia; y esta señora viene continuamente a preguntarme si el tal don Bosco ya ha venido o no. Hay también otro par de muchachos a la vista. Más aún; estos sacerdotes de la escuela nocturna, que necesitan dirección y apoyo, esperan a don Bosco con los brazos abiertos. Y todavía más. La tómbola, cuyos cien boletos recibí, pide que don Bosco se deje ver por aquí, si quiere hacer más fortuna. ((**It8.257**)) >>Qué hacemos, pues, mi querido y reverendo Padre? >>Viene o no viene? >>Quiere hacer algo por esta desdichada capital, que va a perder el bien del alma mientras no adquiere nada para el cuerpo? Dígame algo para poder responder a esta buena gente. Muchos saludos al Caballero de San Esteban, a todos sus insignes colaboradores en la obra de Dios, y a todos sus muchachos. Encomiéndeme al Señor y créame Su humilde y seguro servidor JULIO METTI, del Oratorio Así las cosas, don Bosco partía, después de haberse despedido de los alumnos del Oratorio y haberse encomendado a sus oraciones. Dejaba escritas a don Miguel Rúa las florecillas a practicar durante los días de la próxima novena de Navidad. Eran las siguientes: (**Es8.226**))
<Anterior: 8. 225><Siguiente: 8. 227>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com