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carta, dirigida al Director del Colegio de Lanzo,
decía: <>.
Y en otra carta:
<>.
El practicaba lo que sugería a los demás, como
puede verse por la biografía que él mismo escribió
de su alumno Ernesto Saccardi. Y el Señor bendecía
ampliamente sus trabajos como lo demostró el
magnífico resultado de tantos alumnos educados por
él desde 1865 a 1877 en Mirabello, primero, y,
después, en Borgo San Martino.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, que
ardía en su corazón, animaba todas sus obras, daba
eficacia a sus charlas familiares, a sus sermones
y al ejercicio del sagrado ministerio, de modo que
todos quedaban encantados y persuadidos. Parece
como si el Sagrado Corazón de Jesús cooperase
también con ayuda sobrenatural al cumplimiento de
su ardua misión.
Todo lo que narramos sucedió en Borgo San
Martino.
Una noche, mientras dormía, le pareció ver un
personaje de sorprendente majestad que entraba en
su habitación y que con ((**It8.244**)) voz
amorosa le invitaba a seguirlo. Le siguió y entró
tras él en el dormitorio, donde dormían los
alumnos. El personaje se detuvo a los pies de una
cama y dijo a Bonetti:
-Contempla a este muchacho; dentro de un mes
tendrá que presentarse al tribunal de Dios; a ti
te toca prepararlo.
Cuando a la mañana siguiente despertó don Juan
Bonetti estaba tan impresionado por efecto del
sueño que no podía apartarlo de su mente. Dudaba
si debía manifestarlo. Podía ser, es cierto, un
juego de la fantasía; pero >>y si era un aviso del
Cielo? Nada hay en esto imposible. Dios está muy
cerca de cada uno de nosotros: In ipso vivimus,
movemur et sumus (en El vivimos nos movemos y
existimos) y íDios nos ama con amor indecible!
Pero le parecía que, si hablaba, podía redundar en
su propia gloria, y hubiera preferido callar. Pero
reflexionaba: <>no tendría luego un
agudo remordimiento por
(**Es8.215**))
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