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Ahora, debido al nuevo Oratorio y a la
apremiante urgencia tenida este año para proveerlo
de paramentos sacerdotales y diversos objetos
litúrgicos, me animo, no solamente a renovar la
petición sino a suplicar encarecidamente a V. S.
que aumente el subsidio conforme su caridad le
sugiera.
Los jóvenes abandonados, que en gran número se
reúnen en dichos lugares, se unen a mí para
invocar la bendición del cielo sobre V. E. y sobre
todos sus bienhechores, mientras en nombre de
todos tengo el alto honor de profesarme con
gratitud
De V. E.
Turín, 2 de noviembre de 1865
Su humilde servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It8.234**)) Esta
petición fue puesta al cuidado del Comendador
Fenoglio, Administrador General de Turín:
Benemérito señor Comendador:
Nuestras necesidades se renuevan, más aún se
multiplican, y por eso me atrevo a recurrir de
nuevo a su reconocida caridad; le recomiendo el
escrito que adjunto rogándole le dé curso, ya que
no estoy seguro de si basta mandarlo a V. S. o si
hay que enviarlo a Florencia.
Perdone la libertad con que le escribo; su
bondad y cortesía me han inspirado la mayor
confianza.
Le deseo que el Cielo le conceda salud y
gracia, mientras tengo el honor de ofrecerme
respetuosamente con todo mi aprecio y estima.
De V.S.
Turín, 2 de noviembre de 1865
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
Fue nombrado Director del Colegio de Lanzo don
Juan Bonetti, de Caramagna. Don Bosco le presentó
al Vicario, monseñor Zappata, con una carta en la
que se ve cómo él siempre tendía una mano amiga a
los sacerdotes desgraciados que habían olvidado su
dignidad y sus deberes.
De vez en cuando, varios Obispos o Vicarios
capitulares de Piamonte y también de alguna
diócesis de Lombardía, mandaban al Oratorio a
sacerdotes suspendidos a divinis para que allí,
bajo la dirección de don Bosco, tendiesen a su
reforma moral. El Siervo de Dios se prestaba con
gusto a esta obra de caridad, aunque en alguna
ocasión quedaran fallidas sus esperanzas. Parecía
en aquellos meses que los pobrecitos cambiaban de
vida y tal vez la mudaban realmente, pero, al
rehabilitarse, y lejos de don Bosco, no tardaban
en volver
(**Es8.207**))
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