((**Es8.142**)
renovado las instancias, suspendidas en 1860, para
confiarle el colegio-internado, cerrado desde
hacía algún tiempo. Don Bosco, llevado de su
ardiente deseo de hacer el bien a la juventud allí
donde pudiese, y también para condescender con las
instancias del famoso helenista, miembro de la
Real Academia de Ciencias, profesor de Teología,
Letras y Filosofía en la Universidad de Turín y
buen amigo, al abate Amadeo Peyrón, se inclinaba
por llegar a un acuerdo.
Se trataba de los cuatro cursos elementales y
de los cinco del Bachillerato. El alcalde,
caballero César Cauda, comandante general, había
ido a Turín para tratar de ello con don Bosco.
Hubo un intercambio de cartas y no quedó más
divergencia que el importe de los sueldos: si diez
mil o si ocho mil liras anuales. En cuanto al
personal, no le faltaban asistentes; no le era
difícil proveer de maestros aprobados para los
cursos elementales; pero carecía de maestros
diplomados especialmente para el bachillerato
superior.
Don Bosco escribió a algunos profesores, amigos
suyos, que trabajaban en las escuelas públicas,
proponiéndoles una cátedra en el colegio de Cavour
con un sueldo equitativo. Entre otros escribió al
profesor Angel Cantú de Carmagnola, presbítero,
que actuaba en el Liceo de Savona.
Carísimo Cantú:
Del dicho al hecho va mucho trecho, >>verdad?
Veamos, sin embargo, si se puede remediar este
trecho.
Se dijo alguna vez el año pasado que, si se
trataba de abrir un colegio nuevo, usted estaría
dispuesto de buen grado a tomar parte. Ahora se
trata de abrir el de Cavour, y necesito personal
directivo: >>aceptaría usted la dirección del
mismo? >>O bien se sometería a otro cargo
dirigente o docente? Estas son mis preguntas.
Si en principio me dice que sí, le escribiré
dándole detalles y creo que fácilmente nos
pondríamos de acuerdo; de lo contrario, re
infesta, redibo.
((**It8.156**)) Le
ruego rece por el pobre don Bosco, que lleva entre
manos tantas cosas para los demás y se olvida de
sí mismo. Dios le bendiga y le conceda salud y
gracia, mientras con todo afecto me profeso
De V. S.
Turín. 4 de julio de 1865.
Afectísimo amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
El abate Amadeo Peyrón escribía a don Bosco la
siguiente carta:
Turín, 17 de junio de 1865.
(**Es8.142**))
<Anterior: 8. 141><Siguiente: 8. 143>