((**Es8.115**)
He aquí una prueba:
Muy reverendo señor Director:
El exquisito recibimiento que se me hizo en su
Instituto cuando fui a visitarlo hace dos años, y
las corteses informaciones que obtuve sobre su
próspero desarrollo, que yo mismo pude después
comprobar por los hechos, me animan a entregar
estas líneas de presentación, por si fueren
menester, al ilustre y excelente doctor Biffi,
portador de la presente.
Es director de una institución sanitaria de
mucho renombre en nuestra ciudad de Milán y
miembro de la Comisión visitadora de las Cárceles
y de varias academias. Como quiere poner de
relieve la importancia moral y social de los
reformatorios, va a Turín para mejor conocer los
datos y los resultados de las diversas
instituciones dedicadas a este fin, y desea
conocer al mismo tiempo su tan renombrado Centro.
Espero perdonará este rasgo de confianza,
persuadido de ponerle en relación con una persona
digna de todo aprecio, totalmente ocupada en el
mejoramiento de las condiciones sociales.
Con el más profundo respeto, me profeso de
usted.
Milán, 25 de mayo de 1865,
Seminario de las Misiones Extranjeras.
Su seguro servidor
CARLOS SALEMI, Pbro.
((**It8.123**)) Otra
carta confirma el mismo aprecio:
Florencia, 30 de agosto de 1865.
Muy reverendo señor:
La nobilísima empresa que usted ha asumido para
volver a la práctica de sus deberes una clase de
desdichados, a quienes la necesidad, la ignorancia
y más frecuentemente la carencia absoluta de
educación familiar pone en el camino del deshonor,
ha encontrado eco también en esta provincia. Tengo
la suerte de que se me presente una ocasión para
testimoniarle los sentimientos de la más profunda
admiración por la obra eminente, cristiana y
cívica que sólo su celo podía realizar.
En varias ocasiones intentó este Consejo
Directivo, unido a usted por un mismo espíritu de
caridad, hallar una ocasión propicia que le
permitiese establecer contacto con vuestra muy
reverenda señoría, persuadido de que, en estos
tiempos más que nunca, es aconsejable no sólo la
unidad de propósitos, sino también la comunidad de
obras para ejercer la caridad.
Por el opúsculo recientemente publicado con las
actas de nuestra Sociedad, correspondientes a los
años 1862 y 1863, y que tengo el honor de
acompañar con la presente, verá usted cuáles son
nuestros planes y también en parte los resultados
obtenidos. Si por su lectura naciera en usted el
deseo de entrar en contacto con nosotros,
ayudarnos con sus luces y consejos y darnos,
dentro de poco, alguna noticia del método empleado
por usted en su generosa Fundación, no tiene
palabras el que suscribe para decirle cuán honrado
se sentiría.
(**Es8.115**))
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