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El general Rossi anunciaba a don Bosco las
generosas disposiciones del Príncipe:
CASA DE LOS PRINCIPES REALES
Turín, 4 de mayo de 1865.
S. A. R. el Príncipe Amadeo, recordando el
recibimiento que le fue otorgado por esa Casa, a
donde acudió para la colocación de la primera
piedra de la nueva iglesia, y queriendo contribuir
también personalmente al desarrollo de la misma,
ha determinado enviar un donativo de quinientas
liras de su modesto peculio particular.
Ruégole, Reverendo Señor, se sirva mandar el
oportuno recibo al contable Señor C. L. Doria.
El Jefe de la casa de
los Príncipes Reales
ROSSI
CASA DE LOS PRINCIPES REALES
((**It8.104**))
Turín, 4 de mayo de 1865.
S. A. R. el Duque de Aosta, habiendo terminado
su estancia en Moncalieri, determinó destinar al
benemérito Instituto dirigido por V. Señoría Ilma.
una parte de los aparatos de gimnasia que
sirvieron para los ejercicios de S. A. R. y que
sin duda podrán ser de utilidad para los alumnos
de V. S. Ilma.
Me encargaré de hacerle conocer, a la par de la
lista de dichos aparatos, el día y la hora en que
serán consignados, a fin de que usted pueda
delegar a alguien para recibirlos y tomar los
acuerdos pertinentes con el señor caballero
Obermann para colocarlos en su sitio.
El Jefe de la casa de
los Príncipes Reales
ROSSI
Estos múltiples aparatos, de gran costo, fueron
colocados en el patio del Oratorio y sirvieron
durante mucho tiempo de magnífico instrumento de
recreo para los muchachos, mientras los que iban
al Oratorio tenían una prueba palpable para
admirar la bondad del Príncipe.
El Siervo de Dios correspondió a tanta bondad
con un sencillo y singular regalo. Cerca de la
nueva iglesia y en un ángulo del patio, había
crecido un manzano, en el que habían brotado
algunos botones. Cuando don Bosco lo supo,
maravillado del caso advirtió a los muchachos que
no tocasen aquel árbol y dejasen madurar las
manzanas, porque tenía la intención de mandárselas
al príncipe Amadeo.
Los muchachos corrían, saltaban, pero ninguno
tocaba el árbol, de modo que las manzanas llegaron
a madurar con un tamaño maravilloso.
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