((**Es7.82**)
<<16 de febrero. Este domingo por la noche dio
a los jóvenes otro medio para conservar la virtud
de la modestia: -Confesaos, dijo, cada quince
días, o una vez al mes. No dejéis nunca pasar el
mes. Más aún: los que tienen facilidad, tomen el
consejo del gran amigo de la juventud san Felipe
Neri, el cual exhortaba a sus hijos: ``Confesaos
cada ocho días y comulgad con más frecuencia,
según el consejo de vuestro confesor''. Así os
digo yo a vosotros: -Confesaos cada ocho días,
pero no más a menudo porque, reflexionadlo bien,
no son las numerosas confesiones las que nos hacen
buenos, sino el fruto que se obtiene de las
mismas. Exceptúo el caso en que alguno tuviese que
comulgar y hubiese algo que le inquieta; entonces
puede acercarse al confesor, exponerle su
inquietud y pedirle un consejo: esto no sería
propiamente confesarse sino reconciliarse.
>>Entre tanto recordad estas dos cosas
fundamentales:
>>1.° Tened un confesor que conozca bien
vuestro interior y no lo cambiéis por miedo a que
sepa alguna caída vuestra. Es verdad que no es
pecado cambiar de confesor, cuando uno no se
atreve a confesarle alguna culpa; pero, sin
embargo, es muy peligroso para la virtud de la
modestia. Porque al volver a él y no conociendo el
estado de vuestra alma, no podrá nunca daros los
consejos oportunos.
>>2.° Escuchad, y poned en práctica los avisos
que el confesor os da; será sólo un consejo, será
una palabra, pero dada en confesión, es
completamente adaptable a las necesidades de
vuestra alma. Mis queridos muchachos, san Felipe
Neri formó muchos santos con estas normas. Y quién
sabe? Si nosotros las practicamos tendremos
también la gran suerte de ser todos buenos, y
hacernos todos santos>>.
((**It7.85**))
<>.(**Es7.82**))
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