((**Es7.719**)((**It7.845**)) 28 de
diciembre.-Sólo tres días más y se acabó el año.
El 1864 habrá pasado y no volverá más. Si no lo
comenzamos bien, al menos terminémoslo bien; si lo
habíamos empezado bien, acabémoslo mejor.
Santifiquémonos estos días y reparemos al Señor
por las faltas cometidas durante este año. No se
trata de que descuidéis los deberes de clase con
oraciones o funciones de iglesia extraordinarias,
sino de que procuréis hacer con más fervor y
diligencia las prácticas de piedad acostumbradas.
Esta noche, para instruiros en el temor de
Dios, quiero narraros un hecho sucedido hace pocas
semanas. Con él aprenderéis que no se puede servir
al Señor y al mundo a un mismo tiempo, y que el
Señor no está con quienes pretenden contentar al
mundo y servir a Dios.
Había aquí en Turín un ilustre personaje que
seguía este mal sistema. Oía la santa misa todos
los domingos, venía con frecuencia a escuchar mis
sermones, cuando estaba conmigo hablaba muy bien
de religión, pero cuando se hallaba con otras
personas criticaba y despreciaba al Papa, a los
sacerdotes y a la Religión. Cierto día un conocido
suyo, al oírle soltar ciertos disparates, le dijo:
-Señor, usted habla mal del clero y de la
Religión: vaya con cuidado no sea que un día le
vayan a faltar el uno y la otra.
El caballero se rió de la advertencia, que
desgraciadamente era una profecía.
Una noche, en una tertulia, derrochaba su
elocuencia contra el Papa, el poder temporal, el
clero, etc., etc... De pronto le asaltó una sed
invencible. Pidió de beber y le sirvieron una
botella de agua. Bebió un vaso y aumentó su sed;
bebió otro, vació la botella, pero la sed no se
apagaba. Dejó la tertulia, subió a su coche y
volvió a casa. Inmediatamente llamó al médico, y
éste le recetó una bebida refrescante. Bebió y se
acostó. Al verle tan preocupado, preguntáronle los
criados si quería que le acompañasen.
-íNo!, contestó, id a dormir,que estaréis
cansados del trabajo del día.
Los criados se retiraron, pero determinaron que
uno de ellos hiciese guardia en la antesala. A eso
de las dos de la madrugada, el vigilante oyó un
ruido en la habitación del amo, como de un cuerpo
que cae. Acudió y se encontró un terrible
espectáculo. El dueño, en camisón, sentado en
tierra, con la lengua totalmente negra, fuera de
la boca, le miraba con ojos desencajados
fijamente. Se aproximó el criado y le preguntó si
quería volver de nuevo a acostarse. Pero el amo no
respondía, indicaba con la mano que no podía
hablar. Entonces el criado le levantó, le acostó y
mandó llamar a un sacerdote. Mas el enfermo no
podía hablar, la hinchazón de la lengua y de la
boca aumentaba y, finalmente quedó ((**It7.846**)) sin
aliento y murió. >>Estaría arrepentido? Así lo
esperamos, íPero qué terribles son los juicios de
Dios!
Amigos míos, aprended de éste a hablar con
respeto del Papa, de los sacerdotes y de la
Religión. íAy, de quien habla mal! Lo ha dicho el
Señor: Nolite tangere Christos meos et in
prophetis meis nolite malignari (Guardaos de tocar
a mis ungidos, ni mal alguno hagáis a mis
profetas). Si no queréis hablar, callad, pero si
habláis, hablad siempre bien; porque el Señor
castiga a los que hablan mal de ellos, y la
experiencia enseña que la mayor parte de éstos
termina siempre con una mala suerte.
29 de diciembre.-Dos días más y se acabó el
año. Santifiquemos estos días, que no volveremos a
ver.
Son muchos los jóvenes y profesores que me
preguntan constantemente qué
(**Es7.719**))
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