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del mismo, de los cuales Monseñor había sido
testigo, y lo mostró como un ejemplar de
observancia en el cumplimiento de los deberes
sacerdotales, de profundísima humildad y de celo
apostólico por la salvación de las almas.
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A la vuelta de Vercelli, reanudaba don Bosco
sus pláticas a los muchachos.
((**It7.842**)) 27 de
diciembre.-Me desagrada tener que decir esta noche
algo que honra poco a ciertos jóvenes. Ya hace
algún tiempo que desaparecen, ora a uno, ora a
otro, libros, dinero, fruta, corbatas, papel,
etc... También el año pasado hubo ladronzuelos en
casa, pero fueron descubiertos. Unos fueron
expulsados enseguida; otros tuvieron que irse
porque los demás compañeros les sacaban a la
vergüenza pública y hacían chacota llamándoles
ladrones. Así, pues, los autores de estos hurtos,
cambien de costumbre, porque de otro modo, si son
desenmascarados, pagarán también la pena. Encargo,
por consiguiente, a los clérigos y a todos,
vigilar para descubrirlos.
>>Queréis que os dé pistas para pillarlos? Los
que continuamente comen por gula, y en particular
los que tienen el descaro de comer carne los
viernes o el sábado ante sus compañeros; los que,
en lugar de ir a clase andan dando vueltas por el
Oratorio; los que, por el más mínimo pretexto, se
quedan en los dormitorios, sospechad también de
ellos; no es una sospecha temeraria, sino bien
fundada. Puede que alguno de estos infractores de
los reglamentos sea inocente, pero tiene todas las
apariencias de culpable. Estos hurtos me
disgustan, porque ofenden a Dios, mas por otro
lado me complace que algunos desobedientes
experimenten qué les sucede a quienes no entregan
el dinero al Prefecto, a pesar de mis repetidos
avisos. íSon unos testarudos! íPeor para ellos!
Pero a los ladronzuelos les diré que muchos de
los que se pierden por robar, comenzaron por
adueñarse de lo ajeno en pequeña cantidad,
adquirieron el hábito y ya no se corrigieron. Hoy
un libro, mañana dos monedas, unos cuadernos una
vez, unos sellos otra, e id añadiendo, poquito a
poco se van sumando las cosas y, casi sin darse
cuenta, se llega a materia grave.
Y tened en cuenta que cuando uno llega a
materia grave, aunque no hubiese advertido
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