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rostro del Señor: dígales que allá arriba, en el
cielo, rogaré continuamente a María Santísima para
que interceda por ellos ante Dios y les alcance
las gracias que necesiten.
Yo le prometí que os referiría sus palabras y
le encargué, que, apenas llegado al paraíso,
saludase a María Santísima de parte de todos
nosotros y le pidiera que haga de forma que todos
nos podamos encontrar un día reunidos para
glorificarla y bendecirla en el cielo. El me
aseguró que lo haría. Recemos, pues, por él, por
si tuviese aún alguna pequeña mancha que
purificar, para que pueda pronto ser liberado de
las penas del purgatorio. Ha dicho el Señor que,
con la misma medida con que hayamos medido a los
demás, seremos tratados nosotros, y que, si hemos
tenido misericordia con los demás, el Señor
((**It7.837**)) la
tendrá también con nosotros.
Y san Agustín escribió que, rezando por las
benditas almas del purgatorio, mientras las
sacamos de aquellas penas, preparamos a la par uno
más breve para nosotros. Si oramos por los
difuntos, cuando muramos también nosotros, habrá
quienes, inspirados por el Señor, rezarán por
nuestras almas. Que, si nosotros estamos obligados
a pedir por todos los difuntos en general, mucho
más lo estamos por quien paseaba con nosotros en
el mismo Oratorio, rezaba con nosotros en la misma
iglesia, comía con nosotros el mismo pan; en fin,
era nuestro hermano. Mañana por la mañana se
celebrará el funeral, se cantará la misa y se
recitará el rosario de difuntos. Todo el bien que
mañana se hará en casa, servirá de sufragio para
el alma de Lagorio. Todas las comuniones se
reciban con este fin; el que no pueda comulgar
sacramentalmente, hágalo espiritualmente, pues el
Señor la aceptará también en satisfacción de las
penas de las almas del purgatorio. Puesto que
llueve, y no os conviene para la salud que vayáis
todos al entierro, sólo algunos, designados por el
Prefecto, acompañarán el cadáver hasta la
sepultura.
16 de diciembre.-Hoy ha comenzado la novena de
Navidad. Vosotros sabéis la importancia que yo doy
a estas novenas.
Tengo que comunicaros un aviso. Se desperdicia
mucho pan en casa. Se encuentra pan bajo las
camas, pan por las escaleras, pan por los patios,
pan en las clases, pan por todas partes. Yo
aprecio demasido el pan necesario para la vida, sé
cuánto cuesta ganarlo, sé que es un don de la
Providencia y haré cualquier esfuerzo para que no
se estropee de esta manera. Por consiguiente,
cuando tenéis un pedazo de pan, que por estar duro
o por cualquier otro motivo, queréis tirarlo,
prefiero me lo entreguéis a mí, yo lo guardaré en
el bolso y lo emplearé como estime mejor.
Por último, si queréis una florecilla, os la
doy. Mañana comulgad sacramentalmente o
espiritualmente, y besad al niño Jesús que viene a
vuestro corazón.
18 de diciembre.-Siguiendo con los medios para
triunfar en los estudios, os diré hoy el
principal. Recurrid siempre a la protección de
María Santísima. María es el trono de la
sabiduría; por tanto, antes de estudiar la
lección, antes de empezar la explicación de los
autores, antes de hacer la redacción, nunca os
olvidéis de decir una Avemaría a la Santísima
Virgen y después añadir: Sedes sapientiae, ora pro
nobis.
Esta noche debo comunicaros una triste noticia.
Un carpintero, que hace tiempo frecuentaba la casa
por asuntos de su oficio, había puesto su taller;
esta mañana fue a distribuir el trabajo a sus
obreros y a mediodía fallecía atacado de
apoplejía. No va bien anunciar muertes durante una
novena tan bonita: >>pero qué queréis? Al hablar
de vida viene enseguida a la mente la muerte. Y,
aunque no se piensa en ella, no deja ((**It7.838**)) de
venir. Inocencio III era un gran Papa y de vida
santa, pero tenía
(**Es7.712**))
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