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sabiduría: tienen la mente repleta de errores que
enseñan a otros. Y si a alguno de estos malvados
le ha permitido el Señor avanzar en la ciencia, a
pesar de ser su enemigo, ello servirá para mayor
castigo y mayor maldición por haber abusado.
25 de noviembre. -El segundo medio para
triunfar en los estudios es no perder nunca un
minuto de tiempo. El tiempo, mis queridos amigos,
es oro. Fili, conserva tempus (Hijo conserva el
tiempo). El tiempo que se debe dar al estudio,
dádselo por entero. No busquéis jamás pretextos
para ausentaros de clase. Es doloroso ver
muchachos que van buscando subterfugios de
enfermedades o permisos arrancados a los
superiores para escapar de este deber.
No leáis libros, que no pertenecen a los
programas escolares, en tiempo de estudio o de
clase.
Frenad la fantasía. >>Veis a ése que parece tan
atento sobre su libro? >>Creéis que estudia? íNada
de eso! Tiene la mente a mil leguas. íMirad!
íSonríe! Le parece que está de recreo jugando a la
peonza; y piensa que ha ganado a su compañero.
Este otro piensa en las castañas y el salchichón
que guarda en el cajón. Aquél tiene el proyecto de
comprarse determinado libro, de lograr hacer una
trampa, de dar aquella broma, o ir a una
excursión. No hablo de jóvenes que piensan en
ofender a Dios, porque confío que aquí en el
Oratorio no los hay.
A estudiar, pues, y a no perder el tiempo.
((**It7.818**)) 26 de
noviembre. -Tercer medio para triunfar en los
estudios. Acostumbrarse a no saltar de un capítulo
a otro de la ciencia que sea, de una a otra regla
de gramática, de uno a otro tema, sin haber
comprendido el anterior. Por tanto, retened en la
memoria cuanto vayáis estudiando. Ya lo dijo
Cicerón: tantum scimus quantum memoriae mandamus
(tanto sabemos cuanto recordamos). Estudiad cada
día de modo que quede fija en la mente la lección
o el trozo del autor clásico que el maestro os
señala para aprender. Digo cada día: porque si hoy
descuidáis el aprender, deberéis doblar el trabajo
mañana, si no queréis retrasaros. Quien descuidase
esta diligencia durante una semana deberá remediar
el atraso de siete lecciones, advirtiendo que el
deber diario es bastante para ocupar toda una
jornada. Por no tener esta norma, hay muchos
cargados de lagunas en la mente, con muchas cosas
que no quedaron entendidas, y en los últimos meses
del curso se matan a estudiar por miedo a ser
suspendidos. Por el contrario, el que siempre fue
diligente tiene seguros sus conocimientos y el día
del examen no le proporciona la menor molestia.
27 de noviembre. -Cuarto medio para estudiar
con éxito. Comer a su debido tiempo. Mata más la
gula que la espada. >>Queréis instruiros? No
viváis para comer; comed para vivir. Haced un
desayuno y una merienda ligeros. No comáis hasta
atracaros. Si guardáis algún buen bocado en
vuestro baúl, no os dejéis vencer por la gula, no
lo comáis todo de un golpe, como para reventar;
guardad algo para los días siguientes y no os hará
daño. No creáis que os lo digo por interés
particular; de veras que no: la experiencia
demuestra que si tomáis un bocado menos al
desayunar, tomaréis luego más de tres en la
comida. Quien va a clase o al estudio con el
estómago demasiado lleno, muy pronto queda con la
cabeza cargada e indispuesto, sin ganas; combate
inútilmente el sueño y no hace nada, porque nada o
casi nada entiende y no puede prestar atención. Si
después realiza un esfuerzo para trabajar, peor
que peor. Sobreviene el dolor de cabeza, ya no
hace nada durante unos días y algunas veces se
gana una fuerte indigestión.
28 de noviembre. -Quinto medio para estudiar
con éxito. La compañía de muchachos
(**Es7.696**))
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