((**Es7.691**)
-Mantas de campo . . . . . . . . . . . . . . .
. 100
-Capotes de paño . . . . . . . . . . . . . . .
. 100
-Pantalones de paño. . . . . . . . . . . . . .
. . 80
De todo lo cual informo a V. S. para su
conocimiento y para que se digne disponer su
oportuna recogida.
Por el
Ministro, G. PARODI
((**It7.812**)) Don
Bosco, después de retirar estas prendas de vestir,
se presentó el 3 de diciembre al Ministro para
agradecerle aquel favor y también por haber
librado a algún clérigo del servicio militar. Hay
que decir, en honor a la verdad, que don Bosco
halló siempre, o casi siempre, favorable apoyo en
el Ministerio de la Guerra.
Don Bosco comenzó a agradecer al Ministro lo
que había hecho en favor de sus jóvenes y añadió:
-Excelencia, vengo a agradecérselo y a pedirle.
Y, presentándole otro escrito, le expuso la
necesidad en que se encontraba de mayor cantidad
de ropa. El Ministro sonrió y después preguntó
cuántos muchachos residían en el Oratorio.
-Cerca de ochocientos, respondió don Bosco.
-Entonces habrá más de cincuenta educadores...
-Hay poquísimos, pero bastan.
-Al menos la disciplina será muy rigurosa.
-Castigos establecidos para cada falta no los
hay, y cuando se trata, aunque rara vez, de
castigar a alguno, se le da el castigo que en
aquel momento puede parecer conveniente.
-Pero, entonces, serán expulsados rápidamente
de casa los culpables...
-Nada de eso. Si alguien falta a las buenas
costumbres, por lo regular se marcha él solo, pues
ve y advierte que es incompatible su presencia en
el colegio. Por lo demás, el sentimiento del honor
tiene una gran fuerza en el ánimo de nuestros
alumnos.
Mientras tanto el Ministro tomaba la pluma y se
disponía a firmar una carta; pero, deteniéndose,
preguntó:
->>Hay alguno de sus muchachos en el ejército?
-Hay muchísimos en las bandas militares y como
soldados, y muchos tenientes y dos capitanes, que
supieron ganarse el aprecio de sus superiores.
El Ministro preguntó qué oficios y estudios se
daban en el Oratorio y
quedó contento por todo y muy satisfecho ((**It7.813**)) de que
floreciesen las letras clásicas. Prometió que
seguiría ayudando al Oratorio y que él mismo iría
a visitarlo apenas pudiese.
(**Es7.691**))
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