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Hoy no puedo ocuparme de este asunto, aunque
allí esperan impacientemente verse libres de esta
molestia. íPobre muchacha; si al menos hubiese
recibido ya el bautismo!
Que el Señor le conceda un buen día a usted y a
toda su familia y créame,
De V.S. Ilma.
Turín, 22 de marzo de 1862.
Seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
Con todo, la prudencia guiaba siempre los pasos
de don Bosco, el cual en ciertos casos, para
obviar toda posible protesta de los familiares o
también vejación de los herejes, procuraba se le
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extendiese siempre por escrito la autorización de
quienes tenían derecho ante las leyes civiles 1.
Por estas pérdidas se manifestaba el demonio
tan furioso contra don Bosco que no le dejaba
dormir de noche.
1 Yo, Abrahán Attilio Arnaldi, de mi libre
voluntad, juntamente con mi esposa Antonieta
Sironi, aunque ausente de Turín, pero conocedora
de sus intenciones, presento a V.S.M.R. don Juan
Bosco a nuestra hija Clara, nacida en Nueva York
de América el día 24 de agosto del año 1847, la
cual no ha recibido el santo bautismo y ha sido
educada en la religión protestante, tanto en
América como aquí en Turín, por los valdenses.
Suplicamos a V.S. la caridad de internar a la
misma en una institución religiosa de la Iglesia
Católica Romana, para que en esa misma Iglesia sea
instruida y bautizada, ya que ésta es la religión
de sus padres.
Le estaré reconocido toda mi vida por tal
caridad y favor: sea el padre de esta niña durante
mi ausencia y Dios se lo premiará.
Firmo también en nombre de mi esposa.
Turín, 18 de enero de 1962.
ABRAHAM ATTILIO
ARNALDI
Natural de Como.
Yo, la infrascrita Clara Arnaldi, doy mi
consentimiento y es mi absoluta voluntad ser
instruida y bautizada en la Iglesia Católica
cristiana romana.
Turín, 18 de enero de 1862.
CLARA ARNALDI
El que suscribe, Juan Daniele, portero de la
Iglesia Evangélica Valdense, ruego a S.V.M.R. Juan
Bosco, tenga la caridad de recoger a mi sobrina
Antonieta Daniele, hija de mi hermano Angel
Daniele y de la difunta Carolina Lupi, internada
en el manicomio, por demencia.
Suplico a V.S. internar a esta mi sobrina
huérfana en alguna institución católica romana,
para que sea instruida en la religión de sus
padres; declaro que hago esto por mi libre
voluntad y sin presión de nadie: y por ser su tío
lo hago para su bien espiritual y temporal, y
espero ser atendido de acuerdo con su promesa.
No puedo dejar de agradecerle tanta caridad y
pedir a Dios por su prosperidad y la de todos
aquéllos que se dedican a favorecer a los pobres.
Turín, 5 de febrero de 1862.
JUAN DANIELE(**Es7.69**))
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