((**Es7.676**)((**It7.794**))
CAPITULO LXXVII
UN NUEVO CRONISTA -PLATICA DE DON BOSCO: CADA
CLERIGO TRABAJE COMO SI FUESE EL DIRECTOR: SEAMOS
HUMILDES PARA ALCANZAR LA AYUDA DE DIOS:
COMO REGULARSE EN LAS TENTACIONES -CONSEJO A LOS
JOVENES PARA PEDIR PERDON A LOS PADRES POR LAS
FALTAS COMETIDAS EN CASA -DONES DEL SEÑOR PARA
QUIEN ES FIEL -EL SUEÑO DE LAS DIEZ COLINAS
-PREVISIONES DE UN JOVENCITO -EXPLICACIONES DEL
SUEÑO: LONGEVIDAD DE DON BOSCO: EXTENSION DE LA
PIA SOCIEDAD DESPUES DE SU MUERTE -DON BOSCO VA A
MIRABELLO PARA LA FIESTA DE SAN CARLOS BORROMEO:
AFECTO DE LOS ALUMNOS -DON BOSCO PRESCRIBE A DON
JUAN BONETTI UNAS PRECAUCIONES PARA RECOBRAR LA
SALUD -UNA CARTA SUYA A LA INSIGNE BIENHECHORA DE
MIRABELLO: DON JUAN CAGLIERO EN VIGNALE: EDICION
DE UN LIBRO ESPERADO: LA AGRADABLE VISITA, HECHA
POR LA BIENHECHORA, AL SEMINARIO: LA FIESTA DE SAN
CARLOS: EL 15 DE DICIEMBRE EL ESTARA EN CASALE
DON Domingo Ruffino, destinado a Lanzo como
Director, ya no podía redactar su Crónica. Pero el
recopilador de estas memorias biográficas del
Venerable Siervo de Dios, aunque desconocedor del
trabajo comenzado por Ruffino y Bonetti tuvo la
inspiración y la suerte de continuarlo durante
casi dos años. Por consiguiente, lo que escribimos
lo vimos con nuestros ojos, lo escuchamos con
nuestros oídos y lo pasamos al papel.
Comenzamos con un sermoncito de don Bosco.
((**It7.795**)) 18 de
octubre de 1864. -Cada uno de los clérigos de la
casa debe trabajar como si fuera el mismo Director
en persona, reprender a los que vea que faltan de
algún modo, dar buenos consejos y en sus
conversaciones familiares enamorar a los jóvenes
de la Santa Comunión, que es el eje de la buena
marcha de la casa.
Animémonos a cumplir nuestros deberes, pero
seamos humildes: Deo bene adiuvante (con la ayuda
de Dios); por tanto no hay que temer nada; si
nuestra obra es de Dios, irá adelante: el
individuo en la casa no es un cualquiera; es un
instrumento que debe trabajar sólo por Dios sin
esperar recompensa alguna sobre la tierra. Aunque
muchos nos abandonen, no importa; es Dios quien
nos debe ayudar.
(**Es7.676**))
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