((**Es7.672**)
temas; fotografías de arte sacro y profano,
recopiladas de los originales de los mejores
artistas italianos y extranjeros; las partituras
musicales, profanas y religiosas del sacerdote
Juan Cagliero. Esta librería, que un día
alcanzaría tan vastas proporciones, abría un nuevo
campo de actividad a cierto número de jóvenes e
instauraba una escuela de comercio.
Una novedad anunciaba el fascículo de diciembre
con el título:
((**It7.789**))
NOTICIAS IMPORTANTES
Para satisfacer las repetidas súplicas de
beneméritos corresponsales y suscriptores de las
Lecturas Católicas, la Dirección ha deliberado
comenzar la publicación anual de las mismas en el
mes de enero.
Por tanto se establece:
1.° Con el presente opúsculo finaliza el año
XII de estas publicaciones y con el del próximo
enero comenzará el año XIII.
2.° Los suscriptores serán obsequiados con un
librito suplementario, con el cual tendrá cada uno
un total de doce fascículos de ciento ocho
páginas, como se les prometió.
3.° Todo lo demás proseguirá de acuerdo con el
programa seguido hasta ahora.
El librito suplementario se titulaba: La
Blasfemia; lo que se lleva a casa desde la
taberna, en dos opúsculos del abate Isidoro
Mullois, misionero apostólico y primer capellán de
Napoleón III. Llevaba un apéndice, con ocho amenas
narraciones, sobre los valores de la religión
católica y su moral.
En cuanto acabaron estos dos opúsculos, los
impresores prepararon: El Hombre de bien y sus
aventuras. Almanaque nacional para el año 1865.
Aguinaldo para los católicos italianos. Hay en
este librito varias anécdotas edificantes y
amenas, intercaladas con hermosas poesías y
artículos importantísimos. Algunos se titulaban:
-El clero y la educación de la juventud -La
lámpara del Santísimo Sacramento -Rezad por los
misioneros -Manera fácil para estar contento de
todo y con todos y para vivir siempre alegre
->>Quién es don José Ambrogio? Diálogo entre un
barbero y un teólogo.
Para cada mes del calendario hay una paginita
de reflexiones, en las cuales, con mucha
paciencia, se previene a los fieles contra los
errores y calumnias de los protestantes, de los
incrédulos y de los ignorantes contra la Iglesia.
Al final el Hombre de bien da a sus amigos unas
normas para el cultivo de huertas y jardines,
mientras, al principio, parece que de nuevo se
refiere, este año en plan gracioso, al problema ya
expuesto
(**Es7.672**))
<Anterior: 7. 671><Siguiente: 7. 673>