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mañana siguiente, sería el regreso a Turín.
Después de haber descrito el viaje realizado y la
gran caridad de los bienhechores, concluyó
diciendo:
-Todo pasa, mas no pasará nuestra gratitud,
porque siempre elevaremos preces al Señor para que
colme de bendiciones a los que nos han hecho algún
bien.
El 17, lunes, después de la misa, en el patio
del Seminario, se despedía la banda de los
seminaristas de Acqui y se dirigía tocando a la
estación. Allí ejecutaron una bonita sinfonía,
entre los aplausos del público apiñado, y ocuparon
su puesto en los vagones, con los compañeros que
gritaban, agitando los sombreros por el aire:
-íViva Acqui!
En Alessandria se engancharon sus vagones al
tren directo procedente de Génova; el jefe de
estación se acercó a la ventanilla para saludar a
don Bosco y dio la señal de partida. En Asti se
apeó don Bosco, porque le esperaban varios
bienhechores de la ciudad con quienes debía
permanecer durante unos días. La comitiva llegaba
a Turín poco después del mediodía.
Esta fue la última excursión otoñal, la más
solemne, ((**It7.779**)) la más
larga de todas las realizadas en diez años.
Produjeron un bien incalculable, porque Dios
mismo se manifestaba en don Bosco. íCuántos
muchachos admitió en el Oratorio, que hoy son
celosos sacerdotes! íA cuántos pecadores colocó en
el buen sendero! íA cuántas familias devolvió la
paz o infundió una serena resignación en las
dificultades de la vida! íCuántos enemigos del
sacerdote antes de conocerle, empezaron a
respetarle después de haberle visto! íEn cuántas
poblaciones había recobrado Dios su puesto con su
palabra apostólica!
Pero ahora don Bosco debía cesar en esta
extraordinaria misión. Sus nuevas ocupaciones ya
no le permitirían ausentarse del Oratorio por tan
largo tiempo y de aquel modo. Por esto se decidió
a conformarse con mandar a I Becchi, y no a ningún
otro lugar, un grupo de cantores y de músicos cada
año, para la fiesta del Rosario, a la cual, no
obstante, él asistiría.
Don Bosco, entretanto, volvió de Asti al
Oratorio, donde le aguardaba una preciosa carta.
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