Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es7.652**) Al llegar aquí, hizo don Bosco ademán como para retirarse, pero se levantó por todas partes una voz: -íBendíganos, bendíganos! Don Bosco añadió: -Sí, os bendigo de todo corazón, y bendigo a vuestras familias, a vuestros campos para que Dios tenga lejos toda desgracia y que podáis estar realmente contentos. Rezad también vosotros por mí y por mis muchachos, para que un dichoso día podamos formar una sola familia en el paraíso. Entonces muchos se apretujaron a su alrededor para besarle la mano. Hacia el mediodía, concluida la misa solemne, se oyó a los muchachos del Oratorio que vitoreaban a don Víctor Alasonatti. El buen Prefecto, ((**It7.766**)) aunque delicado, había venido de Turín para comunicar cosas de importancia a don Bosco y se encerró con él en la habitación unos instantes. Después regresó rápidamente. A los primeros toques de las campanas para vísperas, la iglesia se llenó al completo, hasta en los rincones más escondidos. Predicaba don Bosco. Habló como inspirado sobre la eficacia de la protección de la Virgen y narró muchos ejemplos, que produjeron un gran bien en el auditorio. -Sólo los santos, decían, pueden predicar así. Al salir de la iglesia todo el pueblo siguió a la banda de música, que fue a tocar en la plaza; se elevaron varios globos aerostáticos y se iban iluminando las casas. Hubo también una corta y bonita representación teatral; pero la gente se retiró pronto, porque en todos los hogares reinaba la piadosa costumbre de rezar cada noche el santo rosario. Don Bosco escribía a la marquesa Fassati señalando el día en que se hallaría en Turín, pero la insistencia de los amigos le obligó a cambiar su itinerario. Benemérita Señora Marquesa: Estoy de excursión con mis muchachos; hasta el 14 de este mes no regresaré a Turín. Aunque el comienzo de nuestras clases sea más tarde, me temo que en Mongré se abran antes y que a mi llegada no me encuentre ya a nuestro querido Manuel. Si esto fuese así y bastase llegar a Turín unos días antes, ruégole me avise con una sola palabra e iré enseguida ahí. Mi paradero será el Seminario de Acqui, adonde iré pasado mañana con toda mi brigada. Había previsto hacerle una visita en Montemagno, pero los alborotos acaecidos en la Capital me obligaron a no moverme por entonces. Me encuentro en Mornese, diócesis de Acqui, donde contemplo a un pueblo (**Es7.652**))
<Anterior: 7. 651><Siguiente: 7. 653>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com