((**Es7.626**)
cumplimiento de las prescripciones de la ley con
la obligación que él tenía de proseguir su misión.
Y además, como quería que sus casas marcharan
bien, se aconsejaba a menudo con los más
distinguidos profesores de los centros estatales
sobre los programas de enseñanza, con médicos
doctos y experimentados sobre la higiene y con
excelentes abogados sobre la administración
material y los asuntos legales.
Se lee en los Proverbios (I, 5): <>.
Mas los estudios pacíficos eran turbados en
Turín por graves y deplorables tumultos. El 15 de
septiembre estipulaba Napoleón una convención con
el Gobierno Italiano, representado por el
ministerio Minghetti y Peruzzi, cuyo texto decía:
1.° Italia se obliga a no atacar el territorio
actual del Santo Padre, y a impedir, aun con la
fuerza, cualquier ataque procedente del extranjero
contra dicho territorio de los Estados
Pontificios.
2.° Francia retirará sus tropas gradualmente a
medida que el ejército del Papa vaya
organizándose. De todos modos la evacuación deberá
estar acabada dentro de dos años.
3.° El Gobierno Italiano, no reclamará contra
la organización de un ejército Pontificio, aunque
se componga de voluntarios católicos extranjeros,
suficiente para mantener la autoridad interior y
fronteriza del Estado, con tal de que esta fuerza
no pueda degenerar en un medio de ataque contra el
Gobierno Italiano.
((**It7.736**)) 4.°
Italia se declara dispuesta a entrar en tratos
para tomar a su cargo una parte proporcional de la
deuda de los antiguos estados de la Iglesia.
Y en un protocolo adjunto se decía: <>.
Pareció que esta convención, según la
calificaron todos los periódicos franceses,
ingleses e italianos, era un acto solemne de
entrega a Italia de Roma y del Papado y el
preludio de una nueva guerra contra Austria. íY
era así!
Pero, cuando se vino a saber el decretado
traslado de la capital a Florencia, un inmenso
descontento empezó a invadir a la mayoría de los
ciudadanos; unos, porque presentían la propia
ruina; otros, por indignación, al ver tan mal
pagados los enormes sacrificios hechos por el
Piamonte, y sobre todo por Turín, en favor de la
causa italiana; algunos, por espíritu sectario.
Los agentes de Mazzini, provocadores
(**Es7.626**))
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