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Después de comer, estudio libre en las clases de
las dos a las tres: a las cuatro y tres cuartos,
final de clase; a las cinco y media, estudio hasta
las siete y media con la habitual lectura de un
libro: a las ocho y cuarto, clase de canto hasta
las ocho y treinta y siete minutos.
>>La hora de levantarse en los días festivos es
a las seis menos cuarto: a las siete y media, a la
iglesia y primera misa; a las nueve, segunda misa
y plática de don Bosco; a las once, estudio.
Después de la bendición hasta la hora de cenar, ya
no hay más estudio.
>>Don Bosco suele conceder permiso para
levantarse temprano a estudiar a los que lo
desean, con tal de que no sea antes de las cuatro.
>>Fácilmente permite ciertas razonables
dispensas, pero no consiente de ningún modo que se
modifique el horario sin saberlo él, se quebrante
el reglamento o se descuide cualquier prescripción
suya, a fin de tutelar la moralidad. Nunca deja de
avisar o corregir a los transgresores, pero lo
hace con mucha calma y se guarda de amonestar
cuando siente que su espíritu está agitado.
>>Había pensado durante toda una noche una
carta de reconvención, que quería escribir a uno
por cierta falta cometida. Al levantarse por la
mañana se puso a redactarla, pero luego se dijo:
>>-Estoy irritado; esta carta no sería mía,
sino hija de la indignación; por tanto no es éste
el momento.
>>En consecuencia dejó de escribir y pasó a
otra cosa. Varias veces durante el día se sentó a
la mesa para aquel fin, pero nuevamente lo dejó.
Llegó la noche y aún no había escrito nada, pero
conoció después, que había hecho bien, en no
manifestar por carta su enojo.
>>A mí mismo (dice Ruffino) me declaró don
Bosco por qué no la había escrito.
>>2 de junio. Hace unos meses que don Bosco
sufre de los ojos ((**It7.673**)) sin
esperanza de una próxima curación. Ha dicho que no
reza para alcanzarla; los muchachos, por el
contrario, rezan pero no ven ningún indicio de
mejora>>.
<>-Si curo dentro de tres días, será señal
segura de que Besucco, apenas muerto, fue derecho
al cielo; si no curo, tendré esta razón de menos
para mi persuasión.
>>A muchos les pareció algo temeraria esta
prueba, como si fuera tentar al Señor; y como era
corto el tiempo, todos estaban en ansiosa
espectativa. Había hecho además esta promesa, o
mejor, había dado esta señal:
(**Es7.570**))
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