((**Es7.536**)((**It7.632**)) Turín,
25 de marzo, 1864.
Benemérito Señor:
El sacerdote Juan Bosco agradece a V.S. Ilma. y
benemérita el infatigable celo con que colabora a
la divulgación de las Lecturas Católicas. Espera y
confía obtener la continuación de su válido apoyo
este año y los venideros, mientras cumple el deber
de comunicarle que, para simplificar y atender más
directamente todas las operaciones para la buena
marcha de las Lecturas, se ha trasladado la
oficina de la Dirección al Oratorio de San
Francisco de Sales en Valdocco, donde ya se
imprimen los opúsculos y desde donde se hará el
envío en lo sucesivo. Por tanto, de hoy en
adelante, tenga la bondad de dirigir sus cartas,
encargos, peticiones de suscripción y giros
postales a la Dirección señalada sobre la cubierta
del fascículo que recibe.
Si no tiene usted dificultad, se le suplica
envíe los giros postales a nombre del sacerdote
Juan Bosco, para que puedan ser cobrados enseguida
por quien está encargado de ello.
Implorando todas las bendiciones del Señor le
presento nuestros humildes respetos y con la mayor
consideración me profeso.
Su
seguro servidor
por don
Bosco:
FEDERICO OREGLIA
Al mismo tiempo se imprimía el opúsculo de
abril, en cuya cubierta se
repetía el importante aviso publicado en el
ejemplar de marzo. El librito resultaría muy
agradable para los suscriptores: El Pontificado de
san Marcelino y san Marcelo, Papas y Mártires, por
el sacerdote Juan Bosco (O). Se exponían en él
noticias topográficas de la ciudad de Roma;
observaciones sobre la supuesta caída de san
Marcelino; los milagros obrados por las reliquias
de san Marcelo. Al final tiene un apéndice sobre
los mártires de la legión Tebea, en el que se
anota el nombre de muchos que escaparon de la
matanza general y derramaron su sangre por las
diversas regiones de Piamonte y Lombardía. A este
folleto y a otros dos, unió también un plan de
suscripción con las nuevas señas de la Dirección.
Después, imprimió el programa en otro opúsculo
con millares ((**It7.633**)) de
ejemplares, escribió en muchos, de su puño y
letra, estas palabras: Se suplica encarecidamente
la difusión y las envió a todos los lugares donde
había suscriptores. El artículo noveno decía:
<>.
Los suscriptores respondían a su llamada. De
este modo, después de dos años de pacientes
gestiones con el Obispo de Ivrea y el teólogo
Valinotti, don Bosco consiguió tener en sus manos
toda la
(**Es7.536**))
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