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((**Es7.485**) En Acqui no hay todavía reuniones regulares. Va con frecuencia un tal Musso, que fue hermano de las Escuelas Cristianas en Montechiaro; cuenta ya con unos treinta adeptos. El mismo Musso y un tal Gay trabajan normalmente en la ciudad y diócesis de Asti. El pueblo donde más trabajan es ((**It7.570**)) Piea, donde el presidente de las reuniones es un tal Vercelli, veterinario: todos los miércoles va Musso a dar una conferencia. Estas reuniones (especialmente en Alessandria) las prepara o preside el señor Bruschi, ex-canónigo de Intra, amancebado y residente en Génova. Pero todo esto no es nada en comparación de cuanto se hace en la ciudad y diócesis de Turín. Damos una breve nota sólo de la capital. En Borgo San Donato, en casa del señor Caffarelli, hay una escuela y catequesis. Lo mismo en Borgo Nuovo, en la plaza Víctor Manuel, etc. Al lado de la iglesia valdense hay una escuela elemental con cincuenta alumnos, de los que sólo diez son valdenses y los demás católicos. En la calle del Arco existe otra escuela del evangelista Rossetti, sucesor de De Sanctis, con cerca de ochenta alumnos. A poca distancia de ésta, hay otra escuela del mismo estilo con unas setenta chicas; luego otra, sostenida por el ministro Bert y por Meile, con cerca de sesenta. En su escuela infantil tienen más de ciento. A estos muchachos les dan pan, sopa, harina, carne, y ropa como atractivo. Dicen los padres que son pequeñitos y por tanto que no corren peligro. Pero no es así. Muchos rondan ya los diez y los doce años, están obligados en las fiestas a asistir al templo para recitar algunos versículos de Diodati, que se los explican con graves errores contra la religión católica. El ministro Guicciardini, residente en Florencia, y Lord Stuart, pastor inglés que vive en Livorno, sostienen estas escuelas. Don José Ambrogio está pagado al presente por el partido de acción y se encuentra en Voghera y en Stradella. Parece que sería muy útil, que los obispos se hiciesen con otras informaciones y que diesen instrucciones a sus vicarios foráneos y a sus párrocos. En general no se tienen normas a seguir: 1.° Para combatir las tres armas de los protestantes, es decir, donaciones, libros, catecismos; 2.° Qué debe hacer un párroco cuando llega a saber que se quieren introducir en su parroquia? 3.° Cómo debe regularse si ya existen? Dios inspire a sus pastores para cuanto deben realizar. La Santísima Virgen nos conserve nuestra santa religión. JUAN BOSCO, Pbro. Don Bosco terminaba este escrito durante la novena de la Inmaculada Concepción y recibía en aquellos días una carta de Mirabello, que le daba una prueba más del aprecio que la autoridad escolástica manifestaba a sus alumnos. El Delegado Real de estudios de Susa, conocedor de los méritos literarios de don Miguel Rúa, pensó ofrecerle ((**It7.571**)) una cátedra en el bachillerato del estado. Don Miguel Rúa había informado a don Bosco, quien, conociendo su intención, le respondió así: (**Es7.485**))
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