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a don Bosco, con quien mantenía correspondencia
epistolar hacía tiempo: visitó la casa y se
entretuvo durante largo tiempo con los muchachos
que se agolpaban para besar su mano.
El teólogo Santiago Margotti, valiente y docto
defensor del Papa y de la Iglesia, que hacía dos
meses había dejado de escribir en Armonía, fundaba
La Unidad Católica y notificaba a don Bosco que
ponía a su servicio la propia pluma y el
periódico. La Unidad comenzó a publicarse el 1 de
noviembre.
Por aquellos mismos días uníase a don Bosco un
nuevo colaborador, no tanto para estar con él en
el Oratorio, cuanto para inducirle a abrir un
colegio en su patria. Era el abogado sacerdote
Ignacio Arr_-Carroccio, de Lanzo, el cual podía
cosechar una mies abundante de almas con la
palabra viva y ardiente que salía impetuosa de su
pecho. Los efectos que ella producía en el pueblo
pueden comprobarse por la misión que juntamente
con el canónigo Gastaldi dió en la catedral de
Asti. Según los más viejos del país jamás se había
visto un espectáculo semejante, realizado por la
mágica, franca y animada palabra de este
sacerdote.
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Mientras tanto don Domingo Ruffino reanudaba la
crónica él solo, porque don José Bonetti,
destinado a Mirabello, había dejado de tomar sus
notas. No obstante quedaron muchos otros
testimonios que le suplieron.
<>.
<>-No sé si a causa del recuerdo de la fiesta
de Todos los Santos y de
la conmemoración de los difuntos, lo cierto es que
la noche pasada soñé que había muerto un joven y
que yo lo acompañé hasta la sepultura. No quiero
decir que esto sea señal de que alguno de vosotros
deba morir; pero ya tuve varios sueños de éstos y
casualmente siempre se cumplieron>>.
<>-Acostumbramos a hacer un poco de bien
preparando un tesoro de plegarias por aquél de
nosotros que ha de ser el primero en morir.
También hoy debemos hacerlo. No quiero decir que
vaya a suceder muy pronto que pase a la eternidad
aquél a quien servirá este depósito espiritual,
pero muy tarde tampoco. Por eso, preparémosle a
éste un capital que le produzca gran fruto. El que
permanezca
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