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tú poco más o menos ya has visto practicar, creo
agradarte escribiendo algunos avisos que podrán
servirte de norma de conducta.
Te hablo con la voz de un tierno padre que abre
el corazón a uno de sus más queridos hijos.
Recíbelos, por consiguiente, escritos por mi
mano en señal del afecto que te profeso y como
acto externo de mi vivo deseo de que ganes muchas
almas para el Señor.
Contigo mismo
1.° Nada te turbe.
2.° Te recomiendo evites las privaciones en la
comida y duermas por lo menos seis horas cada
noche. Es necesario para la salud y para trabajar
por el bien de las almas.
3.° Celebra la santa misa y recita el breviario
píe, devote, attente. Esto procura practicarlo tú
e insinuarlo también a tus subalternos.
4.° Cada mañana un poco de meditación. Durante
el día una visita a Jesús Sacramentado. El resto,
tal y como está ordenado por las reglas de la
Sociedad.
5.° Trata de hacerte querer más que temer. Al
mandar y corregir haz siempre saber que tú buscas
el bien y nunca tu capricho. Toléralo todo, cuando
se trata de impedir el pecado; todos tus esfuerzos
vayan dirigidos al bien de las almas de los
muchachos a ti confiados.
6.° Piensa antes de tomar una decisión en
asuntos de importancia, y en las dudas decídete
siempre por lo que parezca mejor para la gloria de
Dios.
7.° Si acusan a alguien, infórmate bien antes
de juzgar. Muchas veces lo que parece una viga se
convierte en una pajuela.
Con los maestros
1.° Procura que no falte a los maestros lo
necesario para el alimento y el descanso. Repara
en su cansancio. Si cayesen enfermos o ((**It7.525**)) se
sintieran indispuestos, manda enseguida un
suplente a su clase.
2.° Habla a menudo en público o en privado con
ellos. Vigila para que no estén sobrecargados de
trabajo, que no les falte nada, ni ropa, ni
libros. Observa si andan tristes o enfermos; si
están preocupados porque tienen en clase alumnos
que necesitan corrección, cambio de grado o de
modo de enseñanza. Remedia sus necesidades apenas
las conozcas.
3.° En conferencias a propósito recomienda que
pregunten indistintamente a todos los alumnos de
la clase, que lean por turno algún trabajo; que no
tengan amistad particular ni parcialidad con sus
alumnos; cuando se presente una solemnidad, una
novena, o una simple fiesta en honor de María
Santísima comuníquese en clase con un sencillo
anuncio.
Con los asistentes o jefes de
dormitorio
1.° Lo dicho para los maestros se puede aplicar
en gran parte a los asistentes y jefes de
dormitorio.
2.° Cuida de que no les falte nada para que
puedan continuar sus estudios. Haz de modo que
alguien les dé clase y tengan tiempo para
estudiar.
3.° Procura hablar con ellos para escuchar su
parecer sobre la conducta de los
(**Es7.448**))
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