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de Dios, todos hicieron un examen estupendo.
Presentóse primero el clérigo Cerruti, el cual
dejó maravillados a los examinadores por sus
contestaciones, que manifestaban la amplitud y
profundidad de su saber.
El famoso pedagogo, abate Rayneri presidía una
de las Comisiones examinadoras. Cuando vio en el
aula al profesor Vallauri, abandonó su asiento y
se acercó a él. Como se decía que Vallauri estaba
demasiado ligado a don Bosco, habían acordado que
él no examinase a los maestros del Oratorio, como
le habría correspondido.
((**It7.464**)) Rayneri
le preguntó ávidamente algo extraño:
-Dígame, profesor, dígame, qué calificación
debo dar a los maestros de don Bosco?
-íQué gracia! contestó Vallauri; no les habéis
examinado vosotros?
-íEl busilis está en que saben, comprende,
saben!
-Me lo decís a mí? añadió el célebre latinista;
son los mejores de mi curso.
Los cuatro candidatos obtuvieron la mejor
calificación y a Francesia y Cerruti les dieron,
además, matrícula de honor.
Estos buenos hijos de don Bosco fueron luego
objeto de una imprevista y cordial ovación al
salir del aula, por los numerosos compañeros
estudiantes de Universidad que se congratulaban
sinceramente de su brillante éxito.
Era una especie de compensación para el corazón
de don Bosco, que sentía aquellos días en su
interior las ansiedades y angustias de sus hijos,
que compartían con él el trabajo y la humilde
gloria de su misión. Este examen produjo un poco
de ruido hasta fuera de la Universidad, y no
cesaban los profesores de admirar el éxito
alcanzado. El profesor Prieri, presidente de la
Facultad de la segunda Comisión, entusiasmado por
la hermosísima prueba de saber, a la que había
asistido, salió del aula con uno de sus examinados
diciéndole:
-íAh, sí; con don Bosco se estudia! Pero,
mirad, creedme, no todos vuestros enemigos están
solamente en la Universidad. También los tenéis en
otra parte... y muy poderosos...
Casualmente pasaba por allí el poeta Prati.
-Juan, le dijo el profesor Prieri, venga y
escúcheme. Es una lástima que esta mañana no se
haya encontrado en la Universidad: habría
presenciado el maravilloso examen de este señor.
Sepa que con don Bosco se estudia y se estudia de
veras.
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