Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es7.370**) -íOh! Eso claro que no, señor profesor. -íAquí...! Aquí le quería yo, continuó Ricotti; aquí; y por qué, don Bosco, da su desaprobación? -Porque usted contradice abiertamente la verdad. Sin discurrir vagamente en general, vengamos rápidamente a algún ((**It7.431**)) detalle. Vea, señor profesor: cuando usted habla de León X, afirma que, consiguió ocupar el pontificado con engaños; y que, aunque llevase una vida hipócrita e inoperante, sin embargo alcanzó el nombre de Magno, por parte de sus cortesanos; y, en contra de sus méritos, su siglo tomó de él el nombre. Y bien conoce usted a Voit? Es un autor protestante y, con todo, al hablar de este Pontífice dice que, por su vida, llena de obras magníficas y buenas, honró grandemente al Pontificado, que nadie mereció como él de su siglo, que justa y necesariamente debió tomar nombre de él; y le tributa homenaje y elogios admirables. Ahora, dígame, señor profesor, a quién debo creer con preferencia? A usted, que se profesa cristiano y desacredita a un Pontífice tan grande, o bien a uno que, teniendo todo interés en desprestigiarlo, lo eleva y lo sublima con los panegíricos más entusiastas? El profesor quedó confuso para contestarle; buscó razones y excusas, mas debió convenir que don Bosco no se equivocaba. Luego pasó a cantar las maravillas de la nunca bastante apreciada, como él decía, obra de don Bosco sobre la Historia de Italia y le ponderaba: -Cómo V. S., con tantas y tan serias ocupaciones ha podido idear y dar a luz de tan admirable modo un trabajo tan bello y tan difícil? Pero don Bosco que no había ido para oír elogios, que entendía no eran sinceros, no tardó en hablar de sus escuelas que se querían cerrar, de sus profesores a quienes no se quería admitir a examen y de su necesidad de contar cuanto antes con profesores titulados. Ricotti le escuchó con mucha bondad y prometió toda protección por su parte, protestando que la obra providencial emprendida en favor de los jóvenes pobres y abandonados, se merecía y gozaba de toda su benevolencia. Don Bosco esperó contar con su apoyo, mas la respuesta tardaba, porque Ricotti no aceptaba como legal el examen de ((**It7.432**)) filosofía realizado en el Seminario y el reducir los cursos de Universidad. Pero cuando todo obstáculo parecía insuperable, el Presidente de la Facultad Filosófico-Literaria, Bartolomé Prieri, profesor de literatura (**Es7.370**))
<Anterior: 7. 369><Siguiente: 7. 371>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com