((**Es7.36**)
>>-íQué hombre, que hombre éste!
>>Y al preguntarle yo qué le había dicho don
Bosco, me respondió que le había oído decir cosas
muy preciosas que no se oyen a otros sacerdotes; y
que después le había despedido con estas
palabras:-Esperamos que un día, usted con su
dinero y yo con mi pobreza, nos podamos encontrar
en el Paraíso>>.
Añade Juan Bisio:
<>Tan eficaces eran las encantadoras e
insinuantes palabras que sabía decir don Bosco a
los que se le acercaban.
>>Esto explica también cómo los muchachos le
querían y cómo sabía hacerlos buenos>>. (**Es7.36**))
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