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((**Es7.348**) preguntándoles, ellos pasan por encima y caminan hacia adelante construyendo sobre un terreno falso>>. Y sigue Ruffino: <>-De lo que no fue puesto en común, sí; de lo que fue puesto en común, ya se comprende que no. Es necesario que quien quiera servirse de ello, reteniéndolo como suyo, lo comunique al Superior, el cual difícilmente concederá permiso, porque sería gravoso a la casa. >>Se preguntó también si un sacerdote podría aplicar alguna misa por sus familiares sin recibir el estipendio. Don Bosco contestó que no, salvo que pida permiso al Superior. >>Hablóse después de los que, por ir a predicar a las iglesias de la ciudad durante la Cuaresma, molestaban a los encargados de la cocina llegando tarde a la comida de la comunidad, y don Bosco respondió: >>-Si esta molestia cargase sobre mí, podría pasar y soportarla con gusto; ((**It7.405**)) pero sobre los cocineros, no lo puedo permitir; su trabajo es ya demasiado penoso>>. <<7 de marzo, sábado. Hacia las diez de la noche, concluidas las confesiones que habían durado cerca de cuatro horas, don Bosco contaba a los clérigos y sacerdotes, que le habían esperado para acompañarle durante la cena, según su costumbre, algo que pudiera instruirles y servir para la salvación de las almas. Su conversación cayó casualmente sobre un muchacho que había salido del Oratorio por capricho y se encontraba en Toscana. Nos contó que estaba arrepentido de su paso imprudente y que le escribía cartas de dolor y de desesperación por haberse alejado de quien podía salvarlo de los peligros del mundo. >>-íOh, añadió don Bosco, yo preveía todo esto y, para detenerle, le había concedido cuanto podía desear; hice todo cuanto pude para que no se marchase del Oratorio, pero se empeñó en irse. Y helo ahora la mar de angustiado explicándome todo lo que yo preveía>>. <<8 de marzo, domingo. El celo de don Bosco aparece en todas sus acciones. Cansado de confesar desde la mañanita hasta casi las nueve, aunque sólo con mucha dificultad podía hablar, a las diez subía al púlpito para continuar la narración de la vida de los Papas, que con tanta maestría expone a sus jóvenes. (**Es7.348**))
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