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2.° Moral. Esto es, que la narración sirva de
norma segura del creer y del obrar virtuosos: por
tanto no serviría para la juventud una Historia
Sagrada que contuviese expresiones erróneas o que
pudieran parecerlo.
3.° Prudente. Es evidente, dice el señor
Bonavino, que hay en la Historia Sagrada hechos
que, revelados inoportunamente, podrían contaminar
la inocencia y suscitar las pasiones de los niños.
por consiguiente, un libro hecho para ellos debe
prever tan gran peligro y callar del todo o cubrir
sagazmente lo que puede escandalizar en la tierna
edad.
Estos tres caracteres fundamentales faltan en
las historias de que hablamos. 1.° No son veraces.
Schmid, pág. 36, edición de Milán, dice: Noé
predijo a aquel hijo (Cam) que durante toda su
vida setía un desgraciado. El texto no dice nada
sobre la maldición de Cam, y de su vida
desgraciada, sino sólo maldito Canaam (hijo de
Cam); El será siervo de los siervos para sus
hermanos. Martini. pág. 85. Moisés condujo el
rebaño hasta las faldas del monte Oreb, donde no
apatecían más que zarzas de espinos; allí fue
acometido Moisés, mas que nunca por el pensamiento
de la opresión ((**It7.391**)) a que
se veían reducidos sus hermanos en Egipto y rogó
encarecidamente al Señor que viniese en su
socorro. Mientras estaba absorto en este
pensamiento, etc. Yo no sé de dónde ha sacado
Schmid todo este párrafo de historia: no lo
encuentro en el texto.
En la otra Historia Sagrada para uso de los
centros de educación se dice que Dios no dejó a
nuestros primeros padres sin un cierto rayo de
esperanza de salvación en el futuro Mesías. Yo
digo que dejó seguridad; por otra parte, ípobre
Adán! Cómo habría podido salvarse? (pág. 94).
El hecho de Alejandro en Jerusalén no está en los
libros santos, sino que lo refiere solamente
Flavio Josefo (pág, 96). Los hebreos liberados de
los elefantes, etc. Esta narración está tomada del
tercer libro de los Macabeos, que no es sagrado,
ni auténtico (pág. 103). En la página 105 dice que
con el nacimiento de Cristo termina la historia
del pueblo de Dios. podría señalar varios hechos y
muchísimas maneras de hablar que presentan el
aspecto de historia sagrada sin serlo. De donde se
sigue que el niño toma por sagrado lo que
realmente no lo es.
2.° Moral. Todo el Antiguo Testamento debe ser
una preparación continua para el Nuevo. Schmid se
pierde en muchísimas buenas reflexiones, pero, sin
decir palabra de muchas cosas que conciernen al
Salvador. Refiere ciertamente algunas profecías,
pero de un modo muy oscuro; por ejemplo, (pág.
15). El Señor dijo a la serpiente: uno de los
descendientes de la mujer te quebrantará la cabeza
y tú le herirás el calcañar. (pág. 35) Dios dijo a
Abraham: Por ti se bendecirán todos los linajes de
la tierra. Estas y otras profecías, puestas sin la
menor referencia, superan la capacidad de
cualquier docto filósofo que no vaya guiado por la
luz de la revelación. Nada, por tanto, conducente
al punto esencial, al conocimiento del Mesías,
centro de toda la revelación.
Estos defectos aún son más notables en la otra
Historia para uso de los centros de educación. En
la página 7 define la historia sagrada como
Historia de la religión. A mí me parece que es lo
mismo decir historia sagrada que historia de la
religión. Así que no define nada. En la misma
página: La historia sagrada tiene dos señaladas
ventajas sobre la historia profana: la certeza y
la antigüedad; y se olvida de la ventaja
señaladísima de que contiene la divina Voluntad
manifestada a los hombres.
Página 8. El Antiguo Testamento consiste en la
alianza hecha por Dios con los Israelitas al dar
la ley a Moisés. Entonces sólo el Pentateuco es el
Antiguo Testamento y los demás libros no existen.
Este es un error condenado para aquellos herejes
que sólo tienen por sagrado y canónico el
Pentateuco. En la misma pagina: El Nuevo
Testamento es la alianza hecha por Jesucristo con
todos los hombres al dar la ley evangélica. Esta
definición favorece maravillosamente a aquella
secta de los protestantes que admiten el
Evangelio, pero rechazan los hecho y escritos de
todos los demás apóstoles. Con estos principios,
cada uno puede deducir qué moralidad puede sacar
de ello la juventud. O ninguna ventaja, o
conocimientos erróneos.
3.° Prudente. He sido preguntado muchas veces
por los muchachos sobre hechos y palabras a los
que no he podido responder para no ofender su
inocencia. Leénse en estas historias los hechos de
Noé cuando se excedió en la bebida; de José con la
mujer de Putifar; de David y de Urías; de Susana y
los dos viejos, etc., y hay que convenir que son
tristes lecciones para el candor de los niños.
Alguno podrá decir que soy yo demasiado delicado,
pero la experiencia de
(**Es7.336**))
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