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Y así era; no soñaba ninguno de los que estaban
metidos en ello que eran instrumentos de la
Providencia.
En efecto, don Angel Savio, forzado por la
necesidad de contar con una área espaciosa junto
al Oratorio, se dirigió a los Rosminianos.
Existían, sin embargo, diversas dificultades que
superar y era la más seria una muy costosa
condición, que quería poner el procurador de
aquellos religiosos. Como quiera que el valor del
terreno, debido a las modificaciones de los
proyectos municipales en la zona de Valdocco,
había disminuido casi en ocho décimas, desde la
fecha en que don Bosco lo había vendido, ahora se
exigía que el comprador, además del precio
estimado, reembolsase una buena compensación. Don
Angel Savio se retiró. Cuanto hemos narrado
sucedía en las primeras semanas de enero.
Entre tanto el 23 de este mes comenzaba la
novena de san Francisco de Sales. La fiesta se
celebraba aquel año el 1 de febrero, esto es, el
primer domingo siguiente al 29 de enero, según la
tradicional costumbre de los años precedentes. Don
Bosco escribió y explicó a los alumnos las
siguientes florecillas espirituales:
Florecillas para la novena de san Francisco de
Sales en el año 1863.
1.° Quiero abandonar el pecado; haré un acto de
contrición proponiendo evitar la ocasión de
pecado.
2.° Una vez dada la señal, me levantaré
enseguida de la cama.
3.° Quiero cumplir exactamente todos mis
deberes y hacer con gusto las cosas que me
desagradan.
4.° Obediencia pronta a todas las cosas que me
manden.
5.° Buen ejemplo en la iglesia, como reparación
del mal ejemplo dado en el pasado.
6.° Perdonar todos los insultos recibidos;
rezar un padrenuestro por los que me han
molestado.
((**It7.375**)) 7.°
Examinar y ajustar las cosas de la vida pasada,
como si me encontrase en punto de muerte.
8.° Imitar a san Francisco de Sales en la huida
de los malos compañeros y en la compañía de los
buenos.
9.° Tres salves a María para obtener su
asistencia en punto de muerte.
EL DIA DE LA FIESTA
Confesión y comunión en honor del Santo,
pidiéndole la gracia de perseverar en el bien.
Durante esta novena empezaron a llegar a don
Bosco cartas de los Obispos, respondiendo a su
llamada en favor de las Lecturas Católicas.
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