((**Es7.304**)
lo vio, corrió a notificar el portento a su noble
señora, la cual acudió y contempló una
eflorescencia como no se vio en muchos años.
Nunca oímos a don Bosco narrar este hecho. Sólo
mucho más tarde corrió una voz confusa sobre el
mismo. Pero una vez muerto el hombre de Dios, don
Juan Garino preguntó a la señora condesa Carolina
de Soresina Vidoni Soranzo, el 19 de abril de
1888, sobre algunas anécdotas portentosas
relativas a don Bosco y conocidas por dicha
señora, la cual le respondió entre otras cosas.:
<>.
También monseñor Appollonio, dotado de feliz
memoria, obispo de Treviso, amigo de las dos
nobles familias y de don Bosco, contó a don Tulio
de Agostini, párroco de San Pedro, en Padua, el
hecho maravilloso del rosal. El estaba totalmente
persuadido de la realida del milagro, como de algo
indiscutible.
(**Es7.304**))
<Anterior: 7. 303><Siguiente: 7. 305>