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CAPITULO XXX
EL ORATORIO SE REPUEBLA -ALGUNAS NOTABLES
ACEPTACIONES DE MUCHACHOS -SON MUCHOS, PERO EL
SEÑOR NOS MANTENDRA -DON BOSCO LOS PRUEBA Y
SELECCIONA: REPITE QUE UNO DE ELLOS LLEGARA A SER
OBISPO -LUIS LASAGNA -UN MUCHACHO QUE NO SIRVE
PARA EL ORATORIO -SE ABREN LAS ESCUELAS: MAESTROS
NO DIPLOMADOS -TOLERANCIA DE LA AUTORIDAD
ESCOLASTICA DURANTE EL AÑO ANTERIOR -DON BOSCO
HACE QUE LOS CLERIGOS SE PREPAREN PARA OBTENER
TITULOS LEGALES -ESCRIBE CON ESTA FINALIDAD AL
PROVICARIO, PARA QUE DISPENSE AQUEL CURSO A SUS
MAESTROS DE LOS EXAMENES DE TEOLOGIA -PROCURA EL
PATRIMONIO ECLESIASTICO PARA LOS ORDENANDOS
-CONFIA LA PREDICACION DE LOS DOMINGOS POR LA
TARDE A DON JUAN CAGLIERO -EMPLEO DEL DIALECTO EN
EL PULPITO -DON BOSCO VA A ALBA PARA UN SERMON:
AVARA HOSPITALIDAD CONVERTIDA DESPUES EN GENEROSA
-LA VIEJA CONDESA -EL HOMBRE DE BIEN: DEJA DE
HACER PROFECIAS
A la vuelta de don Bosco se llenaba el Oratorio de
alumnos, cuyo número pasaba de los seiscientos.
Estaba entre ellos el jovencito Joaquín Berto, de
Villar Almese, a quien don Bosco conocía de fama
desde su infancia, y que después, ya sacerdote
salesiano, destinaba la divina Providencia a ser
secretario y familiar de don Bosco, como persona
de íntima confianza, desde 1866 hasta 1886. A él
deberá la Congregación muchas memorias en torno a
la vida del venerable Siervo de Dios. Entraban
también los aceptados por don Bosco personalmente
en Montemagno, en Vignale y otros pueblos, por
donde él había pasado durante la excursión otoñal.
((**It7.302**)) Y ahora
se acordaba de un pobre muchacho de Turín, a quien
había prometido ayudar.
Segundo Bernocco trabajaba de camarero en un
café de la plaza Carlina, y don Bosco envió una
tarde a Domingo Belmonte, que cursaba
(**Es7.261**))
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