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La imprenta de Armonía, calle de la Zecca, casa
Birago, imprimía en el mes de diciembre el
opúsculo El trabajo, discurso del famoso orador en
la catedral de París, padre Félix, de la Compañía
de Jesús, a la juventud estudiantil, con motivo de
una solemne distribución de premios. Se exponen en
él los mismos razonamientos que tantas veces
repetía don Bosco a sus alumnos. El trabajo, ya
sea material ya sea intelectual, obliga a todos
los hombres: con el sudor de tu frente comerás tu
pan. El ocio es el padre de todos los vicios y de
desgracias sin cuento. Si el trabajo forma al
hombre, el ocio lo coloca en la imposibilidad de
prever, debilitando el entendimiento y
disminuyendo la voluntad. El Espíritu Santo
describe al ocioso en el libro de los Proverbios:
-El perezoso quiere y no quiere. -Los deseos
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al perezoso, porque sus manos no han querido hacer
nada. -El perezoso esconde su mano bajo el brazo y
no la lleva ni a su boca. -Lo mismo que la puerta
gira sobre sus goznes (sin moverse de su lugar),
así hace el perezoso en su lecho. -La pereza hace
venir el sueño y el alma negligente pasará hambre.
-El (vano) temor abate al perezoso; y dice (para
excusar su gandulería): ahí fuera hay un león: me
matará en mitad de la plaza. El camino de los
perezosos está casi todo él rodeado de espinas.
El Padre Félix, después de citar las sentencias
de la Escritura, añadía la suya a los jóvenes
estudiantes deseosos de enriquecer su propia
inteligencia.
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Para completar el número de páginas programado
de este opúsculo, añadió el fascículo, impreso en
el Oratorio, titulado: Amena narración de un
antiguo soldado de Napoleón I, por el sacerdote
Juan Bosco. Se trata de uno de los muchísimos
relatos que don Bosco hacía a los muchachos
durante los recreos, al que añadió a manera de
apéndice unas breves notas sobre la vida y
martirio de dos católicos anamitas 1.
Mientras tanto, tuvo don Bosco la satisfacción
de encontrarse con don Domingo Pestarino, apenas
volvió al Oratorio. Es necesario dar unos datos
biográficos de este excelente sacerdote, nacido en
Mornese,
1 Anamita: natural de Anam, región de la
Indochina. (N. del T.)
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