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de nuevo el ataúd, se cerró con llave y volvió a
colocarse en su lugar, mientras los presentes
arrojaban sobre él las flores que habían llevado
consigo. Alguna semana más tarde se colocó una
lápida con una inscripción.
El año 1891 se celebró el segundo
reconocimiento y no se encontró más que el
esqueleto.
Mientras don Bosco demostraba su filial cariño
al santo y venerado maestro, se terminaba la
expedición de las Lecturas Católicas de noviembre
y entregaba a la imprenta el original de las del
mes de diciembre, cuyas pruebas había examinado y
corregido durante la excursión otoñal.
Léese en la crónica de Ruffino, al día 28 de
octubre: <>.
Por ellos también imprimía las Lecturas
Católicas. Paravía había publicado para el mes de
noviembre: Germán el ebanista o los efectos de un
buen consejo 1. La conclusión de este relato era
que en las familias de los obreros practicantes de
la religión reina la felicidad y, por el
contrario, impera la miseria y la desolación en
las que no aman a Dios.
Don Bosco añadía un apéndice dirigido al bien
de los jóvenes que viven en familia y en medio de
los peligros del mundo.
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RECUERDOS
1.° Procurad vencer la ilusión que suelen
padecer los muchachos de vuestra edad pensando:
que aún tenéis mucho tiempo por delante. Esto es
muy incierto, queridos amigos míos, y; en cambio,
es cierto y seguro que habréis de morir y que, si
morís mal, estáis perdidos para siempre.
Preocupaos, por tanto, de prepararos para la
muerte, procurando más que ninguna otra cosa estar
en gracia de Dios.
2.° Si hacéis algún bien, el demonio y vuestra
pereza os dirán que es demasiado y quizá el mundo
os tachará de beatos y escrupulosos; pero vosotros
pensad que en la muerte todo os parecerá poco y
mal hecho, y entonces veréis el engaño que
sufristeis. Esforzaos por reconocerlo ahora.
3.° Una de las cosas que deberían considerar y
estudiar siempre los jóvenes es la elección de
estado. Por su desgracia piensan poco en ello y
por eso la mayor parte se equivoca; se hacen unos
infelices para toda la vida, y corren el riesgo de
serlo por toda la eternidad. Vosotros reflexionad
en ello, pedid siempre a Dios que os ilumine y no
os equivocaréis.
4.° Hay dos cosas contra las que no se lucha y
que nunca se superan suficientemente:
1 Armonía, 27 de noviembre de 1862.
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