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que se había quitado, corrió sin parar con los
compañeros hacia el lugar donde se oía la música.
Don Bosco acababa de entrar en el pueblo y se
había detenido en la plaza. El muchacho se abrió
paso entre la multitud y, a fuerza de empujones,
llegó a primera fila y se plantó ante don Bosco.
El santo sacerdote se ((**It7.281**))
impresionó por la fuerza de su mirada y por su
cara, que dejaba traslucir una alma abierta, y le
dijo:
-Quién eres tú?
-Luis Lasagna.
-Quieres venir conmigo a Turín?
-Para qué?
-Para estudiar con todos estos muchachos.
-Y por qué no?
-Si quieres venir, dile a tu madre que venga a
hablar conmigo, mañana por la mañana en Vignale,
en casa del señor Cura.
La banda de música y los muchachos subían
mientras tanto al castillo, de donde bajaba ya el
Marqués para recibir a don Bosco, satisfecho de
que hubiese querido darle aquella sorpresa. Hizo
su hijo que prepararan un refresco abundante para
los viajeros. Su madre, la señora Marquesa, le
había dicho:
-Manuel, íque quedes bien!
Don Juan Cagliero tocó el piano, se cantó, se
recitaron algunos versos de agradecimiento a
aquellos queridos señores, y la banda que ya había
hecho oír sus sinfonías en el patio, las continuó
mientras salía de la casa el insigne bienhechor y
recorría el camino que se dirigía hacia Vignale.
Este pueblo está en frente de Montemagno, colocado
sobre una de las más altas colinas del Monferrato.
En Vignale esperaban a don Bosco en su castillo
el conde y la condesa de Callori. Esta noble
señora, en 1861, había estado comiendo en
Montemagno con la marquesa de Fassatti a tiempo de
llegar don Bosco. Fue allí donde la Condesa le
invitó a ir a Vignale con sus muchachos, al año
siguiente. Don Bosco le respondió:
-Pero usted me invita de verdad?
-Claro que sí; y será para mí una gran
satisfacción.
-Pues iré.
Después, la Condesa, que sufría diversas cruces
y molestias, dijo a don Bosco:
-Ruegue para que se acaben mis tribulaciones.
Levantó don Bosco los ojos al cielo un momento,
según era su costumbre, y respondió:
-íAh, no; yo no ruego por usted para ese fin!
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