Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es7.210**) al Ave María y al Rosario. Recémosla devotamente ante cualquier asalto de la tentación, seguros de que saldremos siempre victoriosos. íBuenas noches! Al llegar aquí séanos permitido hacer algún comentario, ya que don Bosco no dió ninguna interpretación a esta escena. El peral que aparece en el sueño es el mismo al que don Bosco niño amarrara una cuerda asegurando el otro extremo de la misma a otro árbol poco distante, para entretener con juegos de destreza a sus paisanos, obligándoles de esta manera a escuchar sus lecciones de catecismo. Nos parece poder comparar este peral con aquel árbol del cual se lee en <>, capítulo II, versículo 3: Sicut malus inter ligna silvarum, sic dilectus meus inter filios. (Como el manzano entre los árboles silvestres, así mi Amado entre los mozos). El comentarista Tirino y otros renombrados intérpretes de la Sagrada Escritura hacen notar que el manzano representa aquí a cualquier árbol ((**It7.240**)) frutal. Dicha planta, productora de una sombra agradable y salutífera, es símbolo de Jesucristo, de su cruz, de la virtud de la cual dimana la eficacia de la oración y la seguridad de la victoria. Será éste el motivo por el que un extremo de la cuerda, fatal para la serpiente, fue atada al peral? Y la otra punta, amarrada al enrejado de la ventana, podría simbolizar que al morador de aquella casa y a sus hijos les había sido confiada la misión de propagar el Rosario por todas partes. Así parece que lo comprendió don Bosco. En I Becchi instituyó la fiesta anual del Santo Rosario; quiso que los alumnos de sus casas rezasen todos los días la tercera parte del mismo; en sus pláticas y mediante la publicación de numerosos folletos, procuró resucitar esta devoción en el seno de la familia. Defendía siempre que el Rosario era una arma capaz de proporcionar la victoria, no sólo a los individuos, sino a toda la Iglesia. Por eso sus discípulos publicaron todas las encíclicas de León XIII sobre esta oración tan del agrado de María; y con el Boletín Salesiano animaron al cumplimiento de los deseos del Vicario de Jesucristo 1. 1 Reverendísimo Padre (don Miguel Rúa): A mi regreso a Roma, después del Congreso Eucarístico de Nápoles, veo con mucho agrado que la exhortación dirigida a los párrocos en el Boletín Salesiano comienza a producir sus frutos. Doy por ello las gracias a V.S. Rdma. y le aseguro que ha realizado una obra muy grata al Santo Padre, el cual desea muchísimo se mantengan vivas sus encíclicas sobre el Rosario mediante la creación de la Cofradía del mismo título. A los sentimientos de gratitud, añado además una súplica; y es que, de cuando en cuando, (**Es7.210**))
<Anterior: 7. 209><Siguiente: 7. 211>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com