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((**Es7.195**) italiano se manifestaba en ella amante del Papa. Conversando con los clérigos acerca de los libros sospechosos, dábales, entre otras, esta norma para juzgar si un libro era bueno o malo: -Cuando veáis que un autor escribe menos bien del Papa, sabed que su libro no se debe leer. <>. Procuraba mantener cierta reserva al hablar con personas hostiles al papado, ubi non est auditus, nec effundas sermonem (no malgastes palabras donde no eres escuchado), y también porque racionalmente temía que esos tales fuesen enviados a interrogarle ut caperent eum in sermone (para pescarle en una palabra). Entre tanto oíase por toda Italia: Roma o muerte. Era casi imposible poder esquivar cuestiones sobre el poder temporal del Papa. <((**It7.221**)) tiempos tan calamitosos; y, sin que él lo advirtiese, conseguimos sonsacarle cuanto sigue: >>-Hoy me encontré en una casa rodeado de un grupo de demócratas, algunos de ésos de Passaglia y con sotana. Después de hablar de cosas indiferentes, recayó la conversación sobre la política del día. Aquellos liberalotes querían saber qué pensaba don Bosco sobre la marcha de los piamonteses a Roma y le preguntaban abiertamente sobre ello. Don Bosco, que entendía que discutir de tales asuntos y con semejante gente era lo mismo que desgañitarse sin ningún provecho, contestó concisamente: >>-Les diré brevemente lo que pienso: yo estoy con el Papa, soy católico y obedezco ciegamente al Papa. Si el Papa dijese a los piamonteses: ívenid a Roma, yo diría: en marcha! Si el Papa dice que la marcha de los piamonteses a Roma es un latrocinio, entonces yo digo lo mismo. >>Pero se pusieron a gritar: (**Es7.195**))
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