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>>Era un muchacho de acrisolada virtud, que
comulgaba varias veces por semana.
>>Hasta el día de la predicción, había gozado
de perfecta salud;
pero desde hacía un par de semanas padecía una
fuerte afección a los ojos, que por la noche le
dejaba totalmente sin vista; hacía dos o tres días
padecía también un ligero dolor de estómago.
>>El médico le ordenó que por la mañana no se
levantase con los demás, sino que descansase hasta
más tarde.
>>Una mañana, don Bosco se lo encontró por la
escalera y le preguntó:
>>-Quieres ir al Paraíso?
>>-Sí, sí; replicó Maestro.
>>-Pues bien, prepárate; añadió el siervo de
Dios.
El joven miró a don Bosco un poco turbado, pero
creyendo que hablaba en broma, reaccionó
inmediatamente.
>>Por lo demás, el buen padre, que estaba sobre
aviso, iba preparándole con prudentes consejos,
induciéndole a hacer su confesión general, después
de la cual Maestro quedó contentísimo.
>>El 24 de abril un jovencito, al ver a Maestro
sentado en la barandilla de la enfermería, tuvo
una singular idea y acercándose a don Bosco le
preguntó:
>>-Es cierto que el que se quiere morir
((**It7.131**)) es
Maestro?
>>-íY yo qué sé!, replicó el siervo de Dios,
pregúntaselo a él.
>>El jovencito subió a la enfermería y se lo
preguntó a Maestro.
>>Este comenzó a reír y fue a pedir a don Bosco
que le dejase pasar unos días con su familia.
>>-Con mucho gusto, replicó el buen padre; pero
antes de marchar es necesario que el médico
extienda un certificado de tu enfermedad.
>>Esta respuesta sirvió de gran consuelo al
joven que razonaba de esta manera:
>>-Tiene que morir uno en el Oratorio; si me
marcho a mi casa es señal de que yo no soy; pasaré
unas vacaciones más largas y volveré curado.
>>El viernes 25, Maestro se levantó con los
demás y, después de asistir a la santa misa,
volvió a su dormitorio, pero sintiéndose muy
cansado se acostó, manifestando antes a los
compañeros su satisfacción por marchar a casa.
>>Entretanto, a las nueve, sonó la señal para
la clase, y los compañeros, después de despedirse
de Maestro y desearle unas felices vacaciones y un
buen regreso, marcharon a sus aulas mientras el
enfermo
(**Es7.121**))
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