((**Es7.120**)
>>-Me causa más dolor oír una de tales
blasfemias que recibir una fuerte bofetada; y,
hasta confesando, después de escuchar dos o tres
de estos pecados, me siento con el corazón tan
oprimido que no aguanto más.
>>Nosotros le habíamos hecho observar que el
teólogo Borel, cuando hablaba en el púlpito sobre
la blasfemia, a veces él mismo las profería, tal y
como acostumbra el populacho.
>>Don Bosco respondió a nuestras observaciones:
>>-El teólogo Borel es celosísimo y no se puede
dudar de las innumerables conversiones que realiza
con su predicación, llena de diálogos y ejemplos
vivísimos. Aún así, yo no aguanto oírle pronunciar
aquellas frases. Se lo he avisado muchas veces, y
le he rogado que procurase corregirse de semejante
defecto, pero se ve que la costumbre y la
vehemencia al hablar, quizá no se lo permitan>>.
Hasta aquí Bonetti.
Al llegar a este punto de la Crónica, leemos la
siguiente nota.
<<21 de abril. Durante esta cuaresma, por haber
estado muy ocupados,
unos por un lado y otros por otro, enseñando en la
catequesis y con otras diversas incumbencias, no
hemos podido escribir ni reunirnos en comisión.
Reemprendemos de nuevo nuestra obra, para gloria
de Dios, robando tiempo al tiempo a fin de
consignar lo que nos parece más relevante en la
vida de don Bosco y empezamos enseguida anotando
el cumplimiento del sueño>>.
((**It7.130**)) Estas
pocas palabras nos aseguran que la Comisión,
formada para anotar los hechos de la vida de don
Bosco, había continuado durante los dos años
pasados cumpliendo su oficio, examinando,
aprobando y corrigiendo todo lo escrito por
Bonetti, Ruffino y algún otro de sus miembros.
Bonetti, después de rellenar en la Crónica las
lagunas de los meses de marzo y abril, prosigue su
narración haciendo notar el cumplimiento de la
predicción hecha por don Bosco con el sueño del 21
de marzo.
<>-Quién morirá? Cuándo morirá? La primera P,
correspondiente a la fiesta de Pascua, ha pasado.
>>Y he aquí que el 25 de abril moría
repentinamente, víctima de un ataque apoplético,
el muchacho Víctor Maestro, de trece años de edad,
natural de Viora, Mondoví.
(**Es7.120**))
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