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éste volvía la mar de satisfecho a su celda y le
oyó contar el acto de caridad de don Bosco.
El nuevo sacerdote amaba a don Bosco y, aunque
enfermizo, deseaba quedarse con él. Por su
semblante se parecía a san Alfonso de Ligorio; y
resultaba difícil explicar con palabras su viva
piedad, su ardorosa predicación y sus constantes
buenas obras.
La fiesta de su primera misa, celebrada el 19
de diciembre, sirvió a los muchachos de
preparación para la Navidad, que celebraron a
media noche con un fervor y recogimiento mayores
que de costumbre, pues habían quedado
profundamente impresionados por unas palabras de
don Bosco. Les había dicho que su vida, al tenor
de las leyes naturales, no podía sobrepasar los
cincuenta años, y que la prolongación de la misma
sería concedida a las oraciones de los muchachos.
Desde aquel día le tocó a don José Rocchietti,
en las fiestas, celebrar la misa de las diez de la
mañana antes del sermón. Hasta entonces la había
celebrado don Bosco, el cual comenzó a decirla
desde aquel día a las cinco de la mañana, excepto
cuando tenía que suplir a Rocchietti. A las siete
de la mañana salía al altar don Víctor Alasonatti
y comulgaban muchos internos y externos. Antes de
esta misa estaba prohibida toda clase de juegos.
Tenía don Bosco por aquellos días una pesada
ocupación: ((**It6.114**)) la de
escribir cartas de felicitación a muchos
bienhechores y contestar a las que le llegaban de
todas partes. Y no olvidaba a sus jóvenes amigos.
Al clérigo Ruffino en el Seminario de Bra.
Queridísimo Ruffino:
Te agradezco la felicitación que me envías;
centuplique Dios para ti lo que le pides para mí.
Cuida de crecer en edad y en el temor de Dios. Que
la ciencia de la teología, unida al santo temor de
Dios, sean el objeto de tus cuidados.
Viriliter age: non coronabitur nisi qui
legitime certaverit, sed singula hujus vitae
certamina sunt totidem coronae, quae nobis a
Domino parantur in coelo. Ora pro me. (Actúa
varonilmente: no será coronado más que quien bien
peleare, pero cada una de las peleas de esta vida
son otras tantas coronas que el Señor nos prepara
en el cielo. Ruega por mí.)
28 de diciembre 1858
Tuus
Sacerdos
Bosco
Llegó a su término el mes de diciembre y la
última noche del 1858 dio don Bosco, en el nuevo
comedor, después de las oraciones, los siguientes
recuerdos a los muchachos de la casa:(**Es6.94**))
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