((**Es6.726**)
>>-Ni yo quiero que tú te confieses; te
confesaré yo a ti tus pecados sin que tú tengas
que decir palabra.
>>Así lo hizo y le espetó, con todos sus
pormenores, todo lo que nunca había confesado. El
joven no tuvo más que decir que sí para ser
absuelto y, cuando don Bosco hubo terminado, quedó
el pobrecito tan feliz como nunca se había sentido
en su vida; hoy es uno de los alumnos más alegres
y joviales>>.
(**Es6.726**))
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