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((**Es6.697**) pero las recordó cuando un día, el de la festividad de María Auxiliadora, se vio en una playa en el Estrecho de Magallanes, comiendo moluscos durante dos días y con el barco a la vista, que no se podía aproximar a causa de la tempestad. Y vio a los hombres desnudos de la Tierra del Fuego, lugar en que plantó la Cruz y levantó su misión. A don Angel Savio, don Bosco le aseguró que le había visto en países muy lejanos. A las preguntas de Domingo Belmonte, contestó: -Tú darás gloria a Dios con la música. Y seguidamente añadió una palabra que causó en el joven profunda impresión; pero después que se hubo alejado unos pasos, se borró por completo de su memoria, y, por mucho que recapacitó, no volvió a recordarla. Don Bosco lo había visto conduciendo un carro tirado por cinco mulos. El fruto de sus fatigas sería prodigioso. Maestro y asistente general en el Colegio de Mirabello, profesor en el de Alassio, primeramente prefecto y después director en Borgo San Martino; director y párroco en Sampierdarena, con todos estos cargos también desempeñó el de maestro de música, contribuyendo al esplendor y decoro de las funciones religiosas. Finalmente, fue prefecto general de la Sociedad y director del Oratorio de Turín, contando siempre con el afecto y la confianza de los hermanos y de los alumnos. <>-Dios quiere que hagas eso. >>Avanzino, que no manifestó a nadie el oficio o misión, ((**It6.924**)) a que según el sueño estaba destinado, porque no quería someterse a ella, decía después confidencialmente a algunos de sus íntimos: >>-Don Bosco me descubrió cosas que yo no había dicho a nadie en el mundo. >>A Go... le dijo también don Bosco: >>-Tú serías llamado al estado eclesiástico, pero te faltan tres virtudes: humildad, caridad y castidad. >>Añadió que la hoz no se la proporcionaría don Francisco Provera. >>El joven Ferrari, que decía querer abrazar al estado eclesiástico, no fue a preguntar el porvenir que le aguardaba según el sueño; por el contrario, seguía tomándolo a broma, a pesar de que muchos le insistían para que se presentase al siervo de Dios. Al fin, se encontró en circunstancias tales que no pudo evitar el encuentro con don Bosco, (**Es6.697**))
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